En el mundo, a uno de cada cinco hombres le practicaron la circuncisión. Esta cifra llega a ser tan alta debido a que se ha vuelto una práctica normalizada en algunos países, cuyas culturas tienen la influencia necesaria para su realización en la medicina. En lugares como EE.UU. y para otros viene a ser una costumbre u obligación que se da en comunidades como la judía y musulmana.
La circuncisión consiste en una pequeña intervención quirúrgica, que en la mayoría de casos, se realiza sin anestesia para retirar la piel del prepucio, el cual suele cubrir la zona del glande, con el objetivo de dejarlo al descubierto. Para respaldar este acto se le han atribuído razones médicas, las cuales aún no pueden ser comprobadas en su totalidad.
Pero, ¿puede ésta práctica ser revertida?. Y es que frente a los estudios que buscaban otorgarle beneficios relacionados con el placer sexual, han aparecido una serie de movimientos que vienen rechazando estas prácticas y luchando para desterrarlas, pues solo ha ocasionado dolor físico y un profundo trauma psicológico en quienes fueron sometidos.
Ante la incógnita de una posible solución, es el urólogo Sudhanshu Chitale, médico del sector público y privado en Reino Unido, quién descarta el restablecimiento de esta cirugía, pues por la naturaleza propia del miembro viril, el prepucio viene a ser una de las áreas más delicadas y que difícilmente pueden ser reemplazadas o reparadas.
Para otro de los expertos, Trevor Dorkin, miembro de la Asociación Británica de Cirujanos Urólogos y quien se ha encargado de realizar más de 1000 de circuncisiones, pese a que se han planteado numerosas técnicas para revertir de alguna manera el procedimiento, estas traerán riesgos y consecuencias, pero difícilmente todo volverá a ser igual, por lo que recomiendan acudir a un psicólogo o terapeuta para sobrellevar esta situación.
K.V.C.
