Por Manuel Alejandro Navarro

Casi todos hemos sufrido de ansiedad, pánico o algún problema relacionado a la mente, y si no lo has padecido considérate un afortunado, porque para otros llega a ser un martirio y no permite desarrollar una vida tranquila y saludable. En este lento retorno a la “normalidad”, la pandemia por Covid-19 ha dejado al menos 6.5 millones de muertos en todo el mundo, asimismo fuimos testigos del fallecimiento de nuestros seres queridos o conocidos. Las cuarentenas, la falta de contacto y el mismo coronavirus, entre otros aspectos, hicieron que los casos relacionados con problemas psicológicos aumentaran drásticamente. Hoy estamos en un punto en que cada vez los trastornos mentales son más comunes, esto visibiliza la falta de atención que le damos a nuestra mente, pero también ayuda a la prevención y a una temprana atención médica. En Lima, 1 de cada 8 personas sufrió algún trastorno mental durante el 2020, según estudios del Instituto Nacional de Salud Mental.
No voy a olvidar cuando distintos atletas, como la gimnasta Simone Biles decidieron priorizar su salud mental antes que su carrera. Michael Phelps, que en mi opinión es el mejor nadador de la historia, luchó contra la depresión, la ansiedad, el alcohol y los pensamientos suicidas, además que desde niño le diagnosticaron trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), y es por eso que incursiona en la natación. Él ha hablado abiertamente de esto, así mismo lo hizo la tenista Naomi Osaka, quien confesó sufrir depresión. Tanto el piloto de la Formula 1, Lewis Hamilton, como el hijo menor de Diana de Gales o también conocido por ser el esposo de Megan Markle, el príncipe británico Harry, han confesado haber tenido problemas de Salud Mental. Actualmente todos los mencionados se han vuelto en protagonistas para una buena Salud Mental, concientizando acerca de este asunto. Así como ellos, muchos otros deportistas, celebridades y políticos han hecho visible sus vínculos con su Salud Mental.
En nuestra vida a veces no nos daremos cuenta de quienes en silencio padecen por alguna dificultad, y que lo llevan muy dentro en el alma, esto con el paso del tiempo puede costarle la vida a alguien y traer consigo muchas repercusiones. Así como la pandemia nos ha afectado de una u otra manera, y nos llevó a vigilar nuestra salud, ahora debemos aprender que no hay salud sin una buena Salud Mental.
Nuestra vitalidad también se deteriora con el estrés, si este es el problema que sufres, recomiendo altamente un buen sueño, beber agua y hacer deporte sin exigencia o competiciones. No obstante, no sucede lo mismo cuando se padece de algún trastorno mental, porque la manera en cómo debemos tratarla es distinta. Ante la ansiedad, depresión, ideas suicidas o ante cualquiera muestra de que algo no anda bien en nuestra mente y esta fuera de nuestro control, recomiendo altamente acudir a profesionales como psicólogos o psiquiatras. Tratemos de buscar ayuda y hablar con personas de confianza. Créanme, hablar ayuda mucho.
La soledad es para algunos su compañera de vida, en particular para los ancianos, viudas, huérfanos y los enfermos. Es por esto que hago un llamado como defensor de la Salud Mental a alzar sus voces y difundir sobre la Salud Mental para desestigmatizarla, y a su vez simpatizar y ser empáticos con quienes muestran dificultades psicológicas.
Hoy exijo al Congreso, al Gobierno y a las empresas que tomen medidas más realistas frente a la Salud Mental. Nadie debería ser llamado loco o ser tildado de algún estereotipo por tener trastornos mentales. Prioricemos la Salud Mental.

Esta columna de opinión fue publicada en el diario Expreso el lunes 10 de octubre de 2022.