Estados Unidos, Brasil, España, Hungría, Francia y, ahora Chile, que no se escapa del auge mundial de la ultraderecha, que después de mucho tiempo cabe la posibilidad de que llegue a La Moneda, sede presidencial.José Antonio Kast, es el responsable, un conservador con un fuerte discurso sobre la antinmigración, ubicándolo dentro de los sondeos como uno de los dos favoritos en los importantes comicios del 21 de noviembre, para elegir al sucesor de Sebastián Piñera.
Kast ha conseguido duplicar sus apoyos, en menos de dos meses, ubicándose por encima del 20% en intención de voto y situándose como el segundo o en algunas encuestas lo ubican como primero en preferencias, el otro favorito es el diputado izquierdista Gabriel Boric, que se encuentra primero.
Ninguno de los favoritos conseguiría pasar en primera vuelta y se verían las caras el 19 de diciembre en donde solo quedara uno que ocupara el lugar de Piñera, Chile aún no ha superado la grave crisis social de 2019 y se encuentra en curso la redacción de una nueva Constitución.
-LAS RAZONES DEL AUGE-
Las razones de su ascenso se deben a sus promesas de cavar una zanja para evitar la migración irregular, la llegada de migrantes por la frontera norte se ha disparado, poder combatir la violencia en el sur, donde hay una lucha entre indígenas y forestales con perseverantes ataques incendiarios y victimas mortales.
Jaime Abedrapo, jefe de la Escuela de Gobierno de la Universidad de San Sebastián, su discurso “claro y simple” sobre seguridad y combatir la violencia ha conseguido ascender en un sector de la derecha en la que hay un aumento de “incertidumbre y desorden”.
Además, su ofrecimiento económico para recortar el gasto estatal y bajar impuestos es interesante en ciertas esferas chilenas.
“Kast busca devolver a Chile la imagen de un país admirado por su estabilidad, su estructura macroeconómica o su capacidad para superar la pobreza, ideas que se desdibujaron con la crisis social de 2019”, indicó Abedrapo.
-LOS DOS CHILES-
El constante avance de su candidatura contrasta un país a decidido cambiar su actual Constitución en 2020, heredando la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Kenneth Bunker, director de la encuestadora Tresquintos, el conservador Kast, le habla sobre todo a un 20 % de la población “que pertenece a un núcleo que todavía defiende el legado del dictador y que, incluso, no quería cambiar la Constitución”.
Su desaprobación al aborto o al matrimonio igualitario se encuentran en el extremo opuesto a las proposiciones de Boric y eso “ha revivido a un sector de la derecha que siempre había estado ahí, pero que ahora ve en él una posibilidad real de gobernar”, sentenció.
En la campaña del 2017, Kast obtuvo casi un 8% de apoyo como independiente, y dijo que, si Pinochet estuviera vivo, el general votaba por él.
Fuente: Swissinfo
(X.K.B.O)
