Merkel amenaza con sancionar a Moscú si usa gasoducto como arma geopolítica

Se calcula que la puesta en marcha de Nord Stream 2 acarreará unas pérdidas anuales de unos 1.500 millones de dólares para Ucrania. Foto: EFE

Este domingo, durante su visita en Kiev, capital de Ucrania, la canciller alemana Ángela Merkel ha advertido que su país impondrá nuevas sanciones a Rusia si utiliza el gasoducto Nord Stream 2 como “un arma”. Esto se debe a las preocupaciones de Ucrania respecto a este gasoducto que unirá a Rusia y Alemania por el mar Báltico sin atravesar el territorio ucraniano, con lo que dejaría de percibir ingresos por tránsito.

“Nos tomamos muy en serio las preocupaciones de Ucrania, y hablé de ellas en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin”, dijo Merkel en una conferencia de prensa conjunta con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Merkel asegura que Berlín no dudará en apoyar nuevas sanciones de la Unión Europea contra Rusia si utiliza el gasoducto como arma.

Ucrania, la más afectada

El gasoducto Nord Stream 2 está destinada a suministrar gas ruso a la Unión Europea (UE), actualmente, está completado en un 99%. Sin embargo, Zelenski lo considera como una amenaza para su país, Ucrania.

“Ucrania será el país más afectado por el North Stream 2”, dijo Zelenski y agregó “incluso ahora, cuando aún no está terminado, estamos viendo quién controla los precios de gas en Europa y cómo están subiendo”.

En su opinión, la puesta en marcha del Nord Stream amenaza con “grandes riesgos y solo beneficia a Rusia”.

Asimismo, agrega que Ucrania ha solicitado consultas con la UE y el Gobierno alemán con respecto a sus objeciones sobre el Nord Stream 2.

Se estima que la puesta en marcha de Nord Stream 2 acarreará unas pérdidas anuales de unos 1.500 millones de dólares para Ucrania.

Kiev teme que si la UE renuncia a su sistema de tránsito de gas, eso dará vía libre a Rusia para que intensifique su guerra contra Ucrania.

El gasoducto Nord Stream 2

El proyecto se creó en 2015, por el gigante del gas Gazprom, que es controlado por el Estado ruso, y cinco energéticas europeas, para sustituir al Nord Stream 1, de menor capacidad, por el lecho del Báltico.

Tuvo un coste de 9.500 millones de euros (la mitad financiada por Gazprom y la otra mitad por los inversores europeos).

El Nord Stream 2 permitirá entregar 55.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa cada año a través de 2.460 kilómetros de tuberías que cubren los más de 1.200 kilómetros desde la rusa Ust-Luga hasta Lubmin —una pequeña localidad muy próxima a la ciudad de Greifswald—, en Alemania.

Sin embargo, a este proyecto se le ha adjudicado diversas críticas. Por ejemplo, se le acusa de afectar el “Green Deal”, que pretende llegar a emisiones cero en 2050, dado que se basa en una infraestructura de combustible fósil. Asimismo, otros indican que se trataría de una estrategia geopolítica.