La orangután Pony sufrió de maltrato animal, ella fue sometida a explotación sexual en Indonesia. Se necesitó la intervención de integrantes de las fuerzas armadas para rescatarla del lugar donde la prostituían, porque sus abusadores no querían dejarla ir.
El prostíbulo donde se la halló está ubicado en Kereng Pangi, Indonesia. Cuando los agentes disponían a liberarla del maltrato que era sometida por sus captores, la encontraron encadenada, con la cara maquillada y afeitada. Ella era abusada sexualmente por los trabajadores que talaban los arboles de palma. Según los veterinarios, el animal tenía heridas en la piel y un terrible trauma psicológico.
Pobladores de la localidad de Indonesia, al igual que la dueña del prostíbulo, se rehusaban a entregar al animal, la mujer afirmaba que la explotación de Pony representaba un ingreso económico seguro.
La orangután reaccionaba con temor cuando se acercaba un hombre para ayudarla. “En el refugio, cuando un hombre se acercaba, se iba a una esquina y se orinaba encima. Les tenía pánico”, dijo Karmale, presidente de la ONG International Animal Rescue.
A Pony se le ha complicado adaptarse a su nuevo estilo de vida, por ello muchas veces ha sido reubicada en diferentes organizaciones para animales, como la isla de Bangamat; el complejo de socialización en Nyaru Menteng y la isla de Kaja. Actualmente vive en el complejo de socialización de la organización Boreo Orangután Survivor.
Actualmente, Pony se encuentra segura y lejos de sus captores, y ha adquirido un estilo de vida similar al de otros orangutanes que se encuentran también en cautiverio. Sin embargo, no podrá ser puesta en libertad, porque implicaría poner en riesgo su vida, tras haber pasado demasiado tiempo aprendiendo conductas humanas. Asimismo, se encuentra protegida en una isla junto a otros animales de su especie.
A.L.B.
