El reinado de Carlsen se extiende hasta el 2020

Magnus Carlsen venció al estadounidense Fabiano Caruana, con esto el "Leviatán del ajedrez" revalida su título y confirma que sigue siendo el mejor ajedrecista del planeta.

Magnus Carlsen campeón mundial de ajedrez 2018 Foto: Chess 24

El campeonato mundial de ajedrez llegó a su fin. El noruego, Magnus Carlsen, vapuleó al estadounidense, Fabiano Caruana, por 3 – 0 en el desempate y confirmó nuevamente que es el mejor ajedrecista del planeta. Este marcador reivindica lo que la prensa y millones de aficionados alrededor del mundo especulaban con respecto a la decisión que tomó el actual campeón en la duodécima y última partida del match previo al desempate, cuando con posición claramente superior optó por ofrecer tablas (empate) al jugador norteamericano.

Al parecer, el aún campeón mundial de ajedrez vaticinó que su rival, quien no es especialista en partidas a ritmo rápido, terminaría sucumbiendo ante su amplia experiencia en este tipo de definiciones, pues ya lo había hecho anteriormente en 2016 contra el ruso, Serguei Kariakin.

Las ansias de ganar y sorprender a Carlsen, definitivamente jugaron en contra de Caruana, quien no supo sobreponerse a la primera derrota en las partidas rápidas. Lo visto después del primer encuentro, fue una clase magistral por parte del noruego, pues engulló de principio a fin a su rival.

Fabiano Caruana abandona la primera partida al verse perdido foto: Chess 24

Sin duda alguna, la decisión de llevar el match a los “descuentos” fue una decisión sensata, pues sabía de su superioridad; sin embargo, generó decenas de opiniones acerca del nivel que mostró durante el torneo. Una de las críticas más duras que recibió, fue la del excampeón mundial, Vladimir Kramnik, quien consideró que lo demostrado, sobre todo en la última partida, por parte del Mozart del ajedrez, no era propio de un campeón. Además, señaló que en los últimos años se ha mostrado muy por debajo de su nivel.

“Está claro que ahora mismo no soy mejor que Fabiano al ritmo clásico, y que debo trabajar en ello durante los dos próximos años”, afirmó el campeón mundial en conferencia de prensa luego de revalidar su título. Esta confesión, casualmente, coincide con las declaraciones de Kramnik, pero ¿qué ha sucedido con el espíritu incisivo que Magnus Carlsen mostraba años atrás?, esta pregunta es la misma que la comunidad ajedrecística se ha hecho durante las últimas semanas.

En el ambiente se puede percibir un claro aroma a desgano y desánimo por parte del noruego, quizá el motivo principal sea lo que Kramnik describe como: conformismo. Lo cierto es que, como en todo deporte, una vez que se llega a la cúspide se cree que ya no existe mayor logro y ello conlleva a lo antes mencionado. Este factor podría estar jugando un papel preponderante en la actitud que ha mostrado Magnus en los últimos años

Por otro lado, es conocido que el campeón tiene serios problemas con sus emociones y ello lo conduce al borde de un profundo abismo en el cual se encuentran sus más profundos temores. Un claro ejemplo de ello fue el Campeonato Mundial Blitz (modalidad de juego a 5 minutos más 3 segundos de incremento para cada jugador) en 2015. En aquella oportunidad, Magnus Carlsen, pintaba como favorito para hacerse del torneo; sin embargo, derrota tras derrota, su actitud de mal perdedor salió a flote, a tal punto de llevarlo a tirar el bolígrafo e incluso rechazar el clásico apretón de manos al final de cada partida.

Esta sería la razón principal por la que Magnus habría optado por salir a la última partida del match, previo al desempate, con la mentalidad de empatar el juego para forzar “los penales” donde era claramente favorito. Esta actitud demuestra su inseguridad en momentos tensos. Asimismo, la decisión habría sido influenciada por un factor psicológico que el noruego arrastró desde el primer juego del torneo donde tenía claramente una posición ganadora que al final terminó en unas tablas agridulces.

“Mi juego no ha sido muy bueno durante los dos últimos años [….] Además, no ganar una posición ganadora en la primera partida marcó mi actitud en el resto del duelo porque veía que Fabiano , el rival más duro que he tenido, jugaba muy sólido, y era difícil que me diera más oportunidades […]. Lo pasé muy mal, me veía perdido, en la 6ª y 8ª, y bastante mal en la 10ª”, señaló.

Lo cierto es que, el reinado de Magnus se extenderá a siete años. Como se recuerda, esta es la tercera vez que el escandinavo retiene su título desde que se lo arrebató al indio, Viswanathan Anand en 2013. Como bien señalan expertos del deporte ciencia, Carlsen ha mostrado un nivel inferior al que mostró contra Anand en 2013, cuando su juventud y hambre de gloria, lo llevaron a obtener la máxima presea del deporte mostrando un nivel superlativo; sin embargo, nadie niega que sigue siendo un genio y será muy complicado que alguien pueda arrebatarle el título, por lo menos a corto plazo.

Anand vs. Carlsen por el título mundial en 2013. Foto: Chess Siberia

A pesar de su gran genialidad, las nuevas reglas que se establecerán en torneos importantes, podrían jugar en contra del actual campeón. Recientemente, el nuevo presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés), Arkady Dvorkovich, afirmó que en el próximo torneo Norway Chess 2019, campeonato importante donde participan jugadores que están en la élite mundial del ajedrez, se implementará un nuevo formato en el que si una partida termina en tablas inmediatamente se disputará un juego a muerte súbita, el cual consiste en: cinco minutos para las blancas, obligadas a ganar, y cuatro para las negras; el vencedor en partida lenta (partida a ritmo clásico) tendrá dos puntos, y quien gane la rápida, 1,5; los perdedores, cero y 0,5, respectivamente.

Dicho esto y por la apatía mostrada por Carlsen en la última partida a ritmo clásico que jugó durante la disputa del título mundial, este nuevo formato podría traerle muchos disgustos o quizá permita que el Leviatán de las 64 casillas vuelva a sus raíces y renazca su espíritu incisivo. Está claro que su vasta preparación en juegos rápidos pone contra las cuerdas a sus rivales desde las primeras jugadas; sin embargo, al no existir más los desempates a ritmo rápido, se verá obligado a salir por la victoria desde el vamos.

Por ahora, el campeón, quien luego de revalidar su título recibió 600 000 euros sobre los 400 000 que recibió su rival, no ha considerado participar en algún torneo importante, pero está claro que este “descanso” deberá invertirlo en trabajar sus puntos flacos.

S.D.B.