EcoCradle, a nueva alternativa biodegradable

EcoCradle es un compuesto de raíces de hongos y desechos agrícolas, quede puede moldearse en cualquier forma. Foto: Bioguía

Eben Bayer y Gavin McIntyre, fundadores de Ecovative Design, han logrado dar con la clave para acabar en un futuro con la contaminante espuma de poliestireno derivada del petróleo que se utiliza actualmente para envasar todo tipo de productos.

La ingeniosa solución se llama EcoCradle, un compuesto de raíces de hongos y desechos agrícolas, quede puede moldearse en cualquier forma, tiene bajo costo de producción, y puede volver a usarse o aplicarse como fertilizante.

El método de obtención de dicho material consiste en agregar a determinados desechos agrícolas un concentrado de células extraídas de las raíces de los hongos llamadas mycelium. Estas células segregan unas enzimas que ayudan a descomponer la materia de los residuos agrícolas creando una consistente red de filamentos microscópicos con múltiples cualidades. Al someter a altas temperaturas a estos filamentos se obtiene un material adhesivo y compacto con el que crear el nuevo polímero.

Los inventores de “EcoCradle” han patentado el producto ya en 30 países, y han recibido apoyo de la Agencia de Protección Ambiental, el Departamento de Agricultura y la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

Asimismo, recibieron el año pasado 500.000 euros del “Reto Verde” de la Lotería Postcode de Holanda, un premio que estimula el desarrollo de productos que disminuyan las emisiones de dióxido de carbono.

El poliestireno expandido, es un derivado del petróleo no degradable y no reciclable, cuyos principales consumidores son China y Europa. La producción mundial de poliestireno ronda los 35 millones de toneladas anuales y más del 70% del material se emplea en la construcción. Con la aparición de EcoCradle, se espera la reducción  del contaminante también conocido como tecnopor.

R.M.L