Captan un extraño meteoroide rebotando contra la atmósfera de la Tierra.

Sobre el cielo de Alemania y Holanda el pasado 22 de septiembre, una pequeña roca espacial se dirigió directamente hacia la Tierra.

 Según el equipo de la Global Meteor Networking (por sus siglas GMT, se trata de una organización formada por astrónomos aficionados que ponen sus equipos al servicio de la comunidad científica), el objeto cambió repentinamente de trayectoria tras «rebotar» contra nuestra barrera natural. Normalmente estos meteoroides se desintegran cuando chocan con la atmósfera.

El extraño objeto, denominado  como «Earthgrazer», fue registrado por ocho cámaras repartidas por Alemania y Holanda, gracias a las cuales se pudo determinar que el cuerpo, que seguramente era de muy pequeño tamaño, descendió hasta una altitud de 91 kilómetros de la superficie terrestre, muy por debajo de cualquier satélite en órbita.

A través de su cuenta de Twitter el director del GMN y físico de la Universidad Wertern (Canadá), Dennis Vida, explicó que pudieron rastrear la roca hasta las cercanías de Júpiter, donde se perdió entre los muchos cuerpos que rodean al gigante gaseoso.

Para que una roca espacial se comporte de esta manera tiene que entrar en la atmósfera en un ángulo bastante paralelo al límite. El ejemplo más gráfico sería como cuando tiramos una piedra al agua y se produce el efecto «salto»: cuanto más paralela a la superficie sea la trayectoria de la roca, más probabilidades de que se produzca ese rebote. Con el meteoro se habría producido un fenómeno similar.

ALSD.