Diversas aerolíneas estarían interesadas en utilizar un sistema que logre calcular el peso de sus pasajeros, con el objetivo de distribuir de manera equitativa su ubicación en el avión para la seguridad del vuelo, además de medir la cantidad exacta de combustible, lo que permitiría reducir la emisión de gases contaminantes.
Estos serían los objetivos principales, según lo evaluó Nick Brasier, director de operaciones de la nueva empresa de tecnología de Berkshire, Fuel Matrix, quienes trabajan en mejorar la distribución de los tripulantes en base a su peso, buscando a la vez, formas más discretas para evitar situaciones que incomoden su viaje.
Brasier explicó:«No estamos sugiriendo que la gente deba pararse en la balanza, pero los aeropuertos podrían colocar «almohadillas de presión» en el área de caída de bolsas. Después el sistema puede preguntar: «¿Está parado sobre la almohadilla de presión?».Si el pasajero toca «Sí », entonces el peso se puede registrar y pasar a la aerolínea de manera confidencial».
Los datos obtenidos serán eliminados de manera segura una vez que el vuelo aterrice en su destino. Los pasajeros con mayor peso no tendrán que pagar costos adicionales, aunque algunas aerolíneas insisten en que los viajeros que puedan presentar una incomodidad en un asiento estándar, tendrían la opción a comprar un asiento adicional.
Brasier cree que las aerolíneas actualmente cargan alrededor de un 1% más de lo que necesitan y, en consecuencia, consumen entre un 0,3 y un 0,5% de excedente innecesario, gastando aproximadamente una cantidad cercana a 20.000 millones de dólares en combustible cada año, por lo que el ahorro posible en todo el mundo es de consideración.
Es poco probable que en el caso de los pasajeros premium les agrade recibir una orden de ubicación para balancear el avión, pero en el caso de los pasajeros de la sección económica básica, quienes son más en cantidad, si se les podría asignar los lugares ideales para garantizar que el avión esté bien equilibrado.
K.V.C.
