
Con pancartas, megáfonos, bombos y banderas, los manifestantes se movilizaron desde la Plaza Francia hasta los alrededores de la Presidencia del Consejo de Ministros, exigiendo ser recibidos por las más altas autoridades del Ejecutivo. En medio del clamor popular, los líderes sindicales dejaron en claro que no aceptarán propuestas que atenten contra la dignidad laboral de los servidores públicos.
Un reclamo que brota desde la indignación
Alejandro Lázaro, secretario general del Sindicato de la FAP, expresó el hartazgo de los trabajadores frente a lo que consideran una burla por parte del Gobierno: “No podemos aceptar una ridiculez de aumento de 34 soles porque es una ofensa a cada trabajador del Estado que todos los días entrega su vida a un trabajo disciplinado para sostener las riquezas del país”.
Desde una tribuna improvisada, con altavoces dirigidos a la multitud, Lázaro cuestionó la narrativa de austeridad del Ejecutivo y recordó que, según datos proporcionados por el propio Ministerio de Economía, en los últimos meses el país ha recaudado más de 11 mil millones de soles, lo que demostraría, según afirmó, que existe espacio fiscal suficiente para un reajuste justo. El análisis técnico, explicó, fue realizado por el economista y exviceministro de Hacienda Gustavo Guerra García, actual asesor del movimiento sindical, quien evidenció que sí es posible plantear aumentos de hasta 400 soles, considerando los ingresos disponibles y los parámetros de sostenibilidad fiscal.
“Nosotros no vamos a obedecer frases como que con 10 soles se cocina para una familia. Esa afirmación es una burla. Estamos haciendo valer un derecho legítimo, reconocido por convenios internacionales y por la Constitución”, enfatizó Lázaro, aludiendo a las polémicas declaraciones de la presidenta Dina Boluarte.

El pueblo trabajador se moviliza
Desde las 9:00 a.m, cientos de asociaciones y instituciones provenientes de diversas regiones del país comenzaron a concentrarse en el centro de Lima. Vestidos con chalecos institucionales, carteles con consignas como “Ni 34, ni 54: salario digno ya”, y al grito de “¡Unidad, lucha y dignidad!”, los manifestantes avanzaron en columna por la avenida Abancay y Jr Lampa , generando un ambiente tenso, pero pacífico, frente a la mirada vigilante de la Policía Nacional.
Las escenas en la movilización mostraron desde trabajadores de salud, educación, justicia, hasta administrativos de ministerios y organismos públicos. Muchos portaban megáfonos y bocinas, como símbolo del deterioro de su capacidad adquisitiva, a comparación de otros, llevaban carteles con cifras que contrastaban el costo de la canasta básica frente al salario estatal congelado desde hace años.

“No pactaremos miseria”
Winston Huamán, secretario general de la CITE, tomó el micrófono ante la Plaza Francia abarrotada y arremetió contra lo que calificó de “migajas presupuestarias”: “La CITE no firmará jamás un aumento de 34 ni 54 soles. Es una humillación. El Gobierno debe entender que sin salarios dignos no hay administración pública que funcione. Si no hay cambios reales, el 26 de junio nos vamos al paro nacional”.
Huamán también informó que a las 2:00 p.m. de este martes tenían programada una reunión con representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía, donde esperaban obtener una respuesta concreta sobre la posibilidad de ampliar el presupuesto para los acuerdos de la negociación colectiva. “Estamos en una economía que crece al 4.5%, sin Niño, sin crisis externa, sin excusas. ¿Por qué entonces nos siguen ofreciendo pobreza disfrazada de política fiscal?”, cuestionó.
El dirigente cerró su discurso con una arenga que provocó aplausos cerrados: “La única luz al final del túnel es la unidad. No vamos a permitir que esta miseria sea nuestra herencia. Si no luchamos, no habrá pan ni dignidad para nuestras familias”.

Preparativos para el paro nacional del 26 de junio
Los dirigentes hicieron un llamado urgente a todas las bases del país para iniciar desde hoy mismo asambleas, mítines y jornadas informativas, de cara a la gran huelga nacional del próximo miércoles 26 de junio. Se espera que la movilización congregue a decenas de miles de trabajadores del sector público, desde administrativos, técnicos, hasta profesionales especializados.
“Que escuchen bien los compañeros del interior del país: desde hoy empieza la organización base por base. Este paro no será simbólico, será real, contundente y nacional. La dignidad no se negocia”, enfatizó Huamán.
Cerca a Jr Lampa, un bloque de trabajadores administrativos de gobiernos regionales desplegó una enorme bandera peruana con la frase “Servimos al Estado, pero el Estado nos abandona”. A su paso, muchos ciudadanos se detenían a tomar fotos y aplaudir, mientras algunos manifestantes improvisaban cánticos acompañados por tambores y silbatos, dándole a la protesta un tono cultural y combativo. “Esto no es solo una marcha, es una defensa de nuestra dignidad como trabajadores del Perú”, exclamó uno de los voceros.
Un Estado que aún no responde
Hasta el cierre de esta nota, no se había emitido un pronunciamiento oficial del Ejecutivo sobre las demandas sindicales. La atención está puesta en la mesa de diálogo convocada para esta tarde. De no lograrse avances, los gremios aseguran que la huelga nacional será inevitable.
Mientras tanto, las imágenes de la marcha en Lima reflejan una realidad que se repite en muchas regiones: trabajadores que exigen algo más que monedas. Exigen respeto, dignidad y un salario que les permita vivir con justicia.