La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA empezaron a realizar hace un año sus pruebas con voluntarios, a quienes les pagan 19 000 dólares por permanecer 60 días en cama. El motivo de este estudio es conocer las reacciones físicas de sus organismos en condiciones externas.
Este plan consiste en que los voluntarios deben permanecer en cama con la cabeza inclinada a 6°. Asimismo, descansar, bañarse, alimentarse y hacer sus necesidades fisiológicas en esa misma posición.
El plan no es tan cómodo para los voluntarios, debido a que no tienen la posibilidad de moverse de un lado a otro. Además, son sometidos a gravedad cero y a bajos niveles de oxígeno.
“El objetivo es probar definitivamente las medidas que reducen los efectos no deseados de vivir en ingravidez”, explica la coordinadora científica de investigación humana de la ESA, Angelique Van Ombergen.
El propósito de estas pruebas es mejorar las condiciones al momento de enviar a los astronautas a futuras misiones a la Luna y Marte.
Por la alta cifra del pago, los ciudadanos suelen interesarse, pese a que este estudio conlleva riesgos constantes.
“Recibimos muchas solicitudes de voluntariado para estos estudios, pero esto no es broma, acostarse en la cama suena divertido, pero el placer desaparece muy rápidamente, especialmente cuando se extrae sangre y se involucran biopsias musculares”, señala Jennifer Ngo-Anh, líder del equipo de vuelo espacial humano de la ESA.
S.C.M
