La bacteria Listeria monocytogenes causante de la listeriosis tiene reservorio animal y se distribuye ampliamente en el medio ambiente, por lo que puede contaminar cualquier variedad de alimentos o bebidas. La Listeria se encuentra en el suelo, las plantas, el agua, en los animales, incluidos los bovinos y ovinos. El consumo de alimentos contaminados es la principal vía de transmisión a humanos, pero las infecciones también pueden ocurrir a través del contacto con animales o personas infectadas.
Los principales síntomas en las personas infectadas son similares a la gripe, como náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y escalofríos, hasta infecciones más graves, como meningitis, septicemia y otras complicaciones potencialmente mortales. Sin embargo, en las mujeres embarazadas generalmente aparece fiebre, fatiga y dolores musculares, pero lo realmente peligroso es que puede causar aborto espontáneo, muerte fetal, parto prematuro o infecciones potencialmente mortales en el recién nacido.
La mejor manera de prevenir la listeriosis es tener una correcta higiene y el control de los alimentos que se va a consumir en el hogar. Es recomendable mantener baja la temperatura del refrigerador, para limitar el crecimiento potencial de bacterias como la Listeria.
Así mismo, los brotes de listeriosis están generalmente vinculados a productos lácteos, sobre todo quesos blandos, también a las frutas y verduras.
L.A.C.
