La Galleria Doria Pamphili conocida también como Palazzo Doria-Pamphili, considerada la mansión particular habitada más importante de Roma. Reúne obras maestras de Rafael, Tiziano, Caravaggio, Brueghel el Viejo, Memling, Bernini y muchos otros autores, aunque es conocida sobre todo por el genial retrato de Inocencio X, de Velázquez.
Al atractivo de contemplar las obras de arte se añade la visita al Palacio Doria Pamphili, uno de los poquísimos que quedan en Roma ocupado por la familia originaria. Además de los cuatro brazos que forman la pinacoteca, se visitan la capilla, y los salones y apartamentos privados, que conservan el mobiliario y decoración originales, de los siglos XVII a XIX.
Sin embargo, los cuadros tienen una disposición palaciega, unos junto a otros, en dos hileras, en medio de la exquisita decoración de paredes y bóvedas. A lo largo de los siglos se ha mantenido intacta no sólo la colección sino el criterio expositivo: Un documento del siglo XVIII detalla con precisión la colocación que debe tener cada cuadro, según criterios de simetría y afinidad estilística.
Además de pintura, la colección incluye también esculturas antiguas y barrocas.
El retrato de Inocencio X Pamphili
La colección comenzó en el año 1651 por Inocencio X Pamphili, elegido Papa en 1644. Es por ello que, su retrato, obra de Velázquez, está considerado como una absoluta obra maestra. Sin duda es uno de los mejores retratos del siglo XVII.
Velázquez retrata al Papa con el sereno realismo de un notario, sin esconder los aspectos negativos. Vemos a un hombre de aspecto inquietante, inteligente y desconfiado, de modales bruscos, obstinado y de cierta doblez. Dicen que, al verlo terminado, el Papa comentó: “Troppo vero” ya que era demasiado real.
Esta pintura suscitó desde el primer momento honda admiración en Roma, aunque su “verismo” no encontró seguidores entre los artistas locales, que siguieron idealizando los rasgos del pontífice, comparar con el busto de este mismo Papa realizado por Bernini, en la foto múltiple de arriba.
El cuadro es la obra cumbre de la colección, y la familia le ha dedicado siempre un puesto especial. Ya que, desde el siglo XIX cuenta con un camarín construido sólo para él, donde se expone acompañado tan sólo del busto de este mismo papa ejecutado por Bernini, para que ambos se puedan comparar.
Lo mejor de la Galleria Doria Pamphili
Además del retrato de Velázquez, la colección incluye otras obras maestras como: Memling, Llanto sobre Cristo muerto (hacia 1480); Rafael, Doble retrato (1516); Tiziano, Salomé con la cabeza del Bautista (hacia 1515); Caravaggio, Descanso durante la huida a Egipto (hacia 1595), un cuadro de su primera época. Y la delicada Magdalena penitente, también de sus primeros años; Alessandro Algardi, Retrato de Olimpia Maidalchini Pamphilj (escultura en mármol). Olimpia fue una mujer de carácter terrible, cuñada del Papa, de gran influencia en su corte. Casi una “papisa”.
La magnífica audioguía, incluida en el precio de la entrada, ayuda enormemente a disfrutar de la visita. Con una redacción brillante, contiene comentarios siempre oportunos, sazonados con anécdotas de la familia.
Una de las galerías célebres del palacio es la llamada Galería de los Espejos, una de las cuatro que forman la pinacoteca, cuyas paredes no están decoradas por lienzos sino por grandes espejos traídos de Venecia, con la dificultad que esto entrañaba, y que en el siglo XVIII eran incomparablemente más costosos que cualquier cuadro o escultura.
