Cada año, desde 2003, 80 periodistas han sido asesinados, asegura Reporteros sin Fronteras (RSF). América Latina sigue siendo la región más peligrosa para las personas que ejercen dicha profesión, siendo México el país más mortífero.
El 2022 termina con un balance desalentador para el ejercicio del periodismo. El más reciente informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) muestra que 1.668 periodistas han sido asesinados en todo el mundo desde 2003, para un total de 80 profesionales muertos ejerciendo dicha profesión cada año.
Al mismo tiempo, este año acabó con otra cifra preocupante: fueron 58 los periodistas asesinados en 2022, el mayor número en los últimos cuatro años y un incremento de más del 13% con respecto a 2021.
Según el informe, casi el 80% de los profesionales de los medios de comunicación fueron asesinados deliberadamente en relación con su trabajo o las noticias que cubrían. Entre los temas más peligrosos está el del crimen organizado y la corrupción.
“El final de este año es un momento propicio para rendirles homenaje y hacer un llamado al pleno respeto por la seguridad de los periodistas dondequiera que trabajen y den testimonio de las realidades del mundo”, sentencia en el informe Cristóbal Deloire, secretario general de RSF.
El balance de las últimas dos décadas muestra que existieron dos picos con la mayor cantidad de asesinatos en 2012 y 2013, unas cifras exacerbadas, según la entidad, por la guerra en Siria.
Irak y Siria concentran la mayor cantidad de periodistas asesinados, entre los dos países abarcan un total de 578 en las últimas dos décadas, lo que representa un tercio del total mundial. Les siguen Afganistán, Yemen y Palestina.
Reporteros Sin Fronteras muestra también que el 80% de las muertes han ocurrido en los mismos 15 países desde 2003.
¿Cuál es el panorama en América Latina?
A pesar de que las zonas en conflicto tienen una gran injerencia en la cantidad de muertes de periodistas, RSF muestra que las partes del mundo que se consideran en paz no están exentas de peligro. Muestra de ello, es el panorama de América Latina.
Solo en 2022, México registró 11 periodistas asesinados, lo que quiere decir, según el informe, “cerca del 20% del total de profesionales de la información muertos este año”.
La situación mexicana no es nueva. Desde 2003, 125 periodistas han sido asesinados. Unas cifras que siguen poniendo a dicho país en el primer puesto de la lista de los más mortíferos de la región.
En el mismo periodo, le sigue Colombia con 36 y Honduras con 26. Mientras que en este año llama la atención los seis periodistas asesinados en Haití y los tres en Brasil.
Así, tal como muestra RSF, América Latina fue “la región más peligrosa del mundo para los periodistas: cerca de la mitad de los asesinatos de este año (el 47,4%) se han producido en suelo latinoamericano”.
El peligro exacerbado por la guerra en Ucrania
Sin duda, uno de los acontecimientos que ha empeorado la seguridad de los periodistas en Rusia es la guerra en Ucrania. El país sigue siendo el más mortífero en Europa.
“Desde que Vladimir Putin asumió el poder, Rusia ha sido testigo de ataques sistemáticos contra la libertad de prensa, incluidos ataques mortales”, asegura RSF.
El documento también señala que la guerra en Ucrania, desatada el 24 de febrero de 2022, “es una de las razones por las que este país tiene el segundo mayor número de muertos de Europa”.
Desde que Rusia comenzó la que el Kremlin ha denominado como “operación especial”, ocho periodistas han sido asesinados en dicho territorio.
La situación de las mujeres periodista es crítica
Según muestra el informe de RSF, 95% de los periodistas asesinados en zonas de guerra han sido hombres. Sin embargo, esto no quiere decir que las mujeres se hayan enfrentado a perspectivas más alentadoras. En los últimos 20 años, 81 periodistas han sido asesinados.
Tal como muestra la organización, muchas de las muertes tienen que ver con la investigación por parte de las periodistas de temas relacionados con derechos de las mujeres.
El informe también hizo pública una cifra sin precedentes: 78 mujeres periodistas se encuentran actualmente en prisión. Esto es un aumento de casi el 20% con respecto al año pasado.
