Reino Unido dejó de importar combustibles rusos en junio por primera vez

Durante el mes de mayo, Reino Unido impuso nuevas sanciones económicas a Rusia por un valor de 2.100 millones de dólares, perjudicando a los bienes de Moscú.

Reino Unido busca impulsar su producción energética tras el paro gradual del crudo ruso.

Según los datos de la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS), durante el mes de junio, Londres no adquirió combustibles rusos por primera vez en su historia, pese a que Moscú fue el principal exportador del país. Precisamente, las sanciones de Rusia en respuesta a la invasión en Ucrania generó una caída del 97% en las importaciones rusas.

Por su parte, el Gobierno británico ha prohibido las importaciones de ciertos productos rusos y ha aumentado el impuesto del paladio y platino como parte del paquete de sanciones económicas. En esta línea, las autoridades mencionaron que eliminarán las importaciones del petróleo y productos rusos para finales del año.

Como se recuerda, Rusia fue el mayor exportador de petróleo del Reino Unido en 2021, alcanzando altas cifras y abasteciendo a la población. Sin embargo, luego de la invasión, los bienes de Moscú cayeron en aproximadamente 33 millones de libras en junio, la más baja desde 1997. 

A pesar del paro en las importaciones rusas, la producción nacional del gas en Londres aumentó un 26% en el primer semestre del año en comparación con el mismo periodo del 2021. En este sentido, el director de sostenibilidad del Offshore Energies UK (OEUK), Mike Tholen, señaló que el aumento de 3.500 millones de metros cúbicos en el gas producido es suficiente para satisfacer los hogares durante un año. 

“Si queremos continuar nuestros esfuerzos para proteger el suministro de gas del Reino Unido, que sigue siendo la columna vertebral de nuestra combinación energética para la electricidad, la calefacción y los procesos industriales, necesitamos que los políticos de todos los partidos apoyen la energía producida aquí en el Reino Unido”, resatló Tholen. 

Por el momento, el Gobierno británico está buscando reducir la dependencia de las importaciones del crudo ruso y, por el contrario, está impulsando la producción nacional de Londres.