Esta semana en la provincia de Mendoza, Argentina, ocurrió un lamentable suceso con la vida de Enzo Fernández Schiarioli, de 23 años, luego de asfixiarse con un trozo de carne, el hecho ocurrió en las instalaciones del Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba, el joven se encontraba haciendo un asado junto a más personas.
Según los expertos de Mayo Clinic, afirman que “el atragantamiento ocurre cuando un objeto se aloja en la garganta o la tráquea y bloquea el flujo de aire. En los adultos, un pedazo de comida suele ser el culpable, mientras que los niños a menudo se tragan objetos pequeños. El atragantamiento pone en riesgo la vida ya que corta la oxigenación del cerebro”.
Los signos para reconocer si una persona se está atragantando son los siguientes, según el centro de salud estadounidense: “Expresión de pánico, conmoción o confusión; incapacidad de hablar; respiración forzada o ruidosa; sonidos chirriantes al intentar respirar; tos, que puede ser débil o fuerte; piel, labios y uñas que cambian de color y se ponen azules o grises; y pérdida del conocimiento”.
Por ende, si la persona no puede respirar, toser, ni hacer sonidos, se debe utilizar la maniobra de Heimlich realizándose de esta manera:
Para realizar la maniobra, la persona que ayuda debe pararse o arrodillarse detrás de la persona afectada y rodearla con los brazos alrededor de la cintura. Luego, se forma un puño con una mano y se coloca justo arriba del ombligo de la persona, pero por debajo del esternón. La otra mano agarra el puño y se da una compresión rápida hacia arriba en el abdomen para intentar expulsar el objeto obstructor. Este proceso se repite hasta que el objeto salga o la persona se desmaye.
