El suicidio de Alan García fue analizado de distintos ángulos, y resaltó ser un tema de salud mental. Se destacaron los factores predisponentes del suicidio, como la depresión y el aparente trastorno bipolar del expresidente. Ahora, interpretar el hecho tiene que ver mucho con el hubris, esta condición fue descrita por el médico y político británico Lord David Owen en su obra In Sickness and in Power y con el síndrome hubris-némesis descrito por el sociólogo David Ronfeldt.
En la cosmología filosófica griega se consideraba que necesariamente debía existir un equilibrio entre Dios, hombre y la naturaleza. El ser humano siempre trataba romper este equilibrio retando a las otras dos. Esa arrogancia, fue denominada hubris o hibris. Por ejemplo, Ícaro, que desafiaba al Sol queriendo llegar a él volando con alas de cera o Jerjes el rey de Persia, quien intentó azotar al mar para destruirle toda su flotilla de barcos.
Con este concepto, los griegos creyeron que la diosa Némesis se encargaba de castigar a los arrogantes que caían en el hubris y pasaban por encima de la ética, el aidos (humilde reverencia por la ley) y el sophrosyne (autocontrol y sentido de los límites).
Después de entendido este concepto podemos explicar que el Dr. Owen postuló que al obtener el poder, asociado a un inmenso éxito durante muchos años, los gobernantes desarrollan el síndrome de hubris o «enfermedad del poder». Conforme a la Fundación Dédalo, las víctimas tienen las siguientes características: búsqueda de autoglorificación; favorecimiento personal; excesivamente conscientes de su propia imagen; muestran tendencias mesiánicas; confianza excesiva en sus propios juicios, creen firmemente que el futuro los vindicará, se aíslan, son inquietos, impulsivos y no cuidan los detalles, ni dejan pruebas de sus delitos.
El Dr. Ronfeldt describe todo un conflicto interno y menciona que puede terminar en un acto de autosacrificio del afectado. Según Ronfeldt, el afectado está convencido de que debe superar terribles amenazas y obstáculos para mantener su poder absoluto, y pide a sus seguidores que se sacrifiquen y luchen con él para lograr sus objetivos. En estos casos, la retórica del afectado se nutre de amenaza y confrontación, es así que reta a sus enemigos.
El afectado de hubris-némesis, según Ronfeldt, prefiere morir antes que rendirse o ser humillado, debido a que ello solo garantiza martirio y gloria en la historia.
J.A.A.