El impacto contundente de la pandemia en la economía de Cuba, el endurecimiento de las sanciones impuestas durante la administración Trump, ha llevado a la isla al borde de su peor escasez de alimentos en 25 años. Los estantes vacíos en los supermercados, la pandemia de Covid-19 y con acceso reciente a las redes sociales que permitieron a los cubanos compartir abiertamente su indignación y conducir a las nuevas protestas del fin de semana contra el régimen comunista.

Miles de personas marcharon en La Habana y otras ciudades para protestar por la falta de alimentos, en ella muchos exigieron el fin de la dictadura de 62 años, coreando “¡Libertad!” y “¡Suficiente!”. Las publicaciones en las redes sociales mostraban a algunos manifestantes volcando coches de policía y saqueando supermercados. Las fuerzas de seguridad cubanas tomaron medidas enérgicas y arrestaron a más de 80 personas, incluidos algunos activistas y disidentes conocidos.

En un discurso televisado a la nación el lunes, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, quien asumió la presidencia de su mentor Raúl Castro en 2018, culpó de las manifestaciones a la “política de asfixia económica” de Estados Unidos y acusó a la “mafia cubanoamericana”, de provocar malestar social en el país.

En el corazón de la comunidad cubanoamericana de Miami el domingo, más de 5,000 personas se manifestaron en solidaridad con los manifestantes, y el alcalde de Miami, Francis Suárez, pidió una intervención liderada por Estados Unidos. El presidente Joe Biden prestó su apoyo a los manifestantes el lunes, pero no mencionó las sanciones de Estados Unidos a la nación que se comprometió a revisar durante su campaña. “Apoyamos al pueblo cubano y su clamor por la libertad y el alivio del trágico control de la pandemia y de las décadas de represión y sufrimiento económico a las que ha sido sometido por el régimen autoritario de Cuba”, dijo Biden en un comunicado, La Casa Blanca se negó a detallar cualquier posible cambio de política hacia Cuba.

Si bien el sistema de atención médica socialista de Cuba pareció hacer frente a la pandemia mejor que muchos de sus vecinos, la economía en la isla está en ruinas, Esto ya se veía reflejado en la escasez de alimentos y la falta de productos, sumado a que Cuba vive altamente del turismo que se desmorono a raíz de la pandemia y con él la moneda, desde entonces el país sufrió su peor momento desde la caída de la Unión Soviética.

Con la falta de divisas que limitan el acceso a combustibles y fertilizantes, la cosecha de azúcar de este año, una exportación importante, apenas se alcanzó dos tercios de la producción planificada, la cosecha más pequeña en más de un siglo. Los apagones generalizados han dejado a muchos cubanos con apagones cada vez más severos. Mientras tanto, los casos de Covid-19 y las hospitalizaciones han aumentado. El plan del gobierno cubano para eliminar gradualmente su sistema de doble moneda, esta devaluando su peso cubano por primera vez desde la revolución de 1959.

“Era sólo cuestión de tiempo. La frustración y la desesperación se habían acumulado, y este domingo las calles explotaron”, escribió la bloguera cubana disidente Yoani Sánchez. En las redes sociales, cubanos de todo el mundo compartieron imágenes con la frase “SOS CUBA”.

La rápida escalada ha puesto el foco de atención sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba por parte de la Administración Biden, Biden era vicepresidente cuando el expresidente Barack Obama y Raúl Castro acordaron restablecer las relaciones diplomáticas en 2014, lo que llevó a la primera discusión cara a cara entre estos países rivalizados. Pero la relación se deterioró rápidamente bajo Trump, citando su promesa de campaña de revertir las medidas de Obama, que dijo que empoderaron y enriquecieron al régimen comunista de Cuba, su administración implementó 240 sanciones y medidas económicas.

Hasta el momento, la actual administración ha expresado su apoyo al derecho del pueblo cubano a reunirse pacíficamente y ha condenado cualquier tipo de violencia. Antes de la declaración de Biden, la subsecretaria de Estado interina para el hemisferio occidental, Julie Chung, y el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, intervinieron con el mismo sentido.

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel reconoció las quejas públicas por apagones y escasez de alimentos y medicinas durante un discurso televisado el lunes, pero culpó de los problemas de la nación isleña al prolongado embargo estadounidense y acusó a los “imperialistas” estadounidenses de avivar las tensiones en las redes sociales.

“Ayer, Cuba vivió el día más heroico. Miles de patriotas defienden la Revolución”, dijo en la televisión estatal, refiriéndose a las manifestaciones progubernamentales en La Habana más tarde el domingo sumaron alrededor de 300 personas, de acuerdo a AP. “No queremos lastimar a nuestro querido pueblo”, agregó Díaz-Canel.

El lunes, las autoridades cubanas estaban bloqueando Facebook, WhatsApp, Instagram y Telegram, dijo Alp Toker, director de Netblocks, una firma de monitoreo de Internet con sede en Londres. “Esto parece ser una respuesta a la protesta impulsada por las redes sociales”, dijo. Twitter no pareció estar bloqueado, aunque Toker señaló que Cuba podría cortarlo si quisiera.

Si bien la reciente facilitación del acceso de las autoridades cubanas a Internet ha aumentado la actividad en las redes sociales, dijo Toker, el nivel de censura también ha aumentado. El corte no solo bloquea las voces externas, dijo, sino que también aplasta “la voz interna de la población que ha querido hablar”.

El gobierno cubano también restringe los medios independientes en Cuba y “bloquea rutinariamente el acceso dentro de Cuba a muchos sitios web de noticias y blogs”, según Human Rights Watch.

Muchos cubanos ahora tienen acceso a Internet en tiempo real, en cualquier lugar donde se encuentre, y la capacidad de compartir información entre ellos. Desde principios de 2019, este acceso ha facilitado eventos y protestas regulares, aunque más pequeños, en la isla. En respuesta, el gobierno ha cerrado periódicamente el acceso a las redes sociales, principalmente para ocultar sus tácticas represivas tanto a ciudadanos como a extranjeros.

Las publicaciones en las redes sociales desde dentro y fuera de Cuba “no son las causas fundamentales de la rebelión, pero son un factor que conecta la desesperación y el descontento que existe en la isla”, dijo Arturo López-Levy, profesor asistente de ciencias políticas en California.

López-Levy, quien creció a unas cuadras del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, dijo que el actual líder del país ha abrazado el potencial económico de la tecnología digital mucho más que sus predecesores, pero puede haber calculado que un gran segmento de cubanos aceptará un cierre temporal de Internet si ayuda a restablecer el orden en las calles.

Cuba atraviesa su peor crisis económica en décadas, y su economía se contrajo en dos dígitos el año pasado. Pero junto con la crisis económica, el país está lidiando con otra oleada mortal de la Covid-19.

M.A.N