Primicia: laboratorio israelí extrae células madre masculinas y femeninas de un mismo individuo

Tel Aviv, 2 de diciembre de 2022.-

Con la aceptación de que medicamentos y enfermedades no siempre afectan igual a hombres y mujeres, científicos israelíes han derivado células de idéntica composición genética, aunque no idénticas en sexo, sobre las que avanzar los estudios.

Las mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes como esclerosis múltiple y artritis reumatoide, mientras que los hombres padecen mayor mortalidad cuando se contagian de Covid-19 y otras enfermedades víricas. También hay diferencias en la mortalidad por dolencias cardíacas y en enfermedades psiquiátricas y el efecto de ciertas medicaciones y sus efectos secundarios difieren en ocasiones en hombres y mujeres.

Entiendo esto presente, por primera vez, científicos israelíes del Centro médico Hadasa de Jerusalén, han logrado derivar células madre masculinas y femeninas de una misma persona. Los investigadores han cultivado células del sistema nervioso a partir de las células madre, con versión masculina y femenina genéticamente idénticas.

Señalan que las células del sistema nervioso son una prueba de que se puede obtener cualquier tipo de célula humana a partir de células madre. El descubrimiento se reseñó en un un estudio revisado por pares.

Los autores del estudio comenzaron su investigación con células donadas por un hombre que tiene células masculinas y femeninas por un síndrome genético, según el comunicado oficial.

La tecnología no es novedosa, pero sí la idea

Las células permanecían en un banco de células y la tecnología para derivar las células madre no es nueva, pero hasta ahora nadie había llevado a cabo el experimento, probablemente porque hasta hace no tanto las diferencias entre mujeres y hombres en tratamientos y enfermedades no era comúnmente aceptada por la comunidad médica. Y los investigadores de Hadasa señalaron en su comunicado que no está claro por qué no se había hecho antes, teniendo en cuenta los beneficios que traerá a la ciencia de la medicación.

Benjamin Reubinoff e Ithai Waldhorn, líderes de la investigación, indicaron que se sabe que hay enfermedades y tratamientos que afectan de manera diferente a hombres y mujeres, pero cuando se ha tratado de documentar las causas, los intentos han sido infructuosos. Una de las causas de este desconocimiento es el dilema de si la diversa respuesta en hombres y mujeres responde a su sexo, a sus genes, su historia de salud o a cualquier otro factor a tener en cuenta.

“Por primera vez tenemos células que son absolutamente idénticas desde el punto de vista genético, en versión femenina y masculina”, explicó Reubinoff. Lo que significa que los científicos pueden comparar y contrastar cómo responden a la medicación o pueden usarlas como modelo de enfermedades sin el resto de los factores que agregan complicación al análisis. Es decir, ahora pueden saber el modo preciso en el que las células masculinas y femeninas difieren en sus reacciones y ya no necesitan inferirlo de estudios más amplios. Porque en los estudios más generales las diferencias se pueden deber al género, pero también a diferencias genéticas de los participantes y otros factores.

Revolución en la medicina de género

Los investigadores sostienen que se puede cultivar un número infinito de células madre en laboratorios que pueden ser usadas en un sin número de experimentos médicos.

La investigación comenzó cuando Waldhorn encontró células infrecuentes en un hombre con el síndrome de Klinefelter. Normalmente las mujeres tienen dos cromosomas X y los hombres uno X y otro Y. El síndrome de Klinefelter hace que los hombres tengan dos cromosomas X y uno Y.

Según expusieron los científicos, el hombre que donó sus células también es peculiar entre los pacientes de Klinefelter porque su sangre no solo tiene las células XXY que caracterizan el síndrome, sino que también contiene pequeños grupos de células masculinas normales (XY) y femeninas (XX). Esto es lo que permitió a Reubinoff y Waldhorn derivar las células madre genéticamente idénticas en versión masculina y femenina.

El hallazgo supone una revolución en el campo de la medicina de género, que es una aproximación bastante reciente por la que la medicina reconoce ya la gran importancia en las diferencias entre hombres y mujeres en tratamientos y enfermedades. En algunos países las políticas de investigación requieren en los últimos años que todos los estudios médicos se realicen en ambos sexos por igual.