Peruanos gastan más dinero en la peluquería a pesar de visitarla menos veces al mes

Hasta diciembre de 2022, en el Perú había un total de 50,096 salones de belleza. (Foto: Perú21).

Ha disminuido la frecuencia con que se visitan las peluquerías en el país. De acuerdo Rebeca Antezana, presidenta de la Asociación de Empresarios de la Belleza, anteriormente una persona asistía hasta ocho veces al mes, cifra que se ha reducido a únicamente dos visitas. Sin embargo, ocurre lo contrario con el desembolso realizado en dichas visitas.

Debido a que ahora los peruanos visitan con menor frecuencia las peluquerías, acceden a un mayor número de servicios en cada una de sus sesiones, por lo que el desembolso mensual resulta ser mayor que antes. “Ahora se gasta en promedio unos S/300 al mes en una peluquería. Antes la cifra era menor, aunque también depende del lugar donde esté ubicado”, afirmó Antezana.

Además, ha habido un incremento de visitas del público masculino. A pesar de que las visitas masculinas a la peluquería tenían que ver con servicios muy puntuales, Antezana indica que, actualmente, “además de cortarse el cabello, se arreglan la barba, por ejemplo, o se hacen un tratamiento capilar, o una manicure, y son servicios que antes no los tomaban, o al menos no como ahora”. El monto que un hombre está dispuesto a pagar en sus visitas a la peluquería o barbería ha pasado de S/.20 a S/70, ya que, en muchos de los casos, además del corte incluyen también diferentes tratamientos.

De acuerdo a Paul de Barnechea, administrador de Motivos Spa, los clientes de ahora prefieren locales amplios que posean precios similares a los precios de los locales pequeños. “Como hay un tema de inseguridad en el país, las personas buscan salones grandes que les dan seguridad, y eso hace que las grandes cadenas comiencen a quitar un nicho a las pequeñas, lo que está haciendo que en promedio cierren 20% de peluquerías al mes”, indicó De Barnechea.

Además, con respecto a los servicios brindados por las peluquerías nacionales, Paul de Barnechea agregó que “hay que entender que las personas ahora no solo exigen calidad, sino que quieren un plus. Por ejemplo, ofrecerles un café, un tequila, un vino, algo que haga que los clientes se sientan cómodos”.