Nuevos retos de la política y sus ejes temáticos

Alberto Velarde Yáñez*

En la última década del siglo XX el Perú era gobernado por una cleptocracia parecía un escenario inamovible sin embargo, el compromiso de Gustavo Mohme Llona y su diario “La Republica” lograron promover un “Pacto de Gobernabilidad” para que las fuerzas democráticas lucharan conjuntamente y retornar a la vida constitucional.

Del 2001 al 2016 se produjeron cuatro cambios presidenciales y parlamentarios en los poderes Ejecutivo y Legislativo en poco tiempo es probable un quinto traslado como no había ocurrido desde el fin de la Republica Aristocrática.

El inicio del nuevo siglo trajo la caída del último régimen autoritario, el Perú empezó a construir un Acuerdo Nacional (AN) para organizar el futuro de la nación: ”como un proyecto sugestivo de vida en común, de un conjunto de quehaceres históricos que haga que todos o casi todos tengamos una visión compartida”, a decir del expresidente Valentín Paniagua.

El AN está constituido por cuatro grandes objetivos y 32 Políticas de Estado para ser alcanzados al 2021, Bicentenario de la Republica. Sin embargo, una vez más las expectativas han sido defraudadas.

Las develaciones del Lavajato brasileño nos muestran varios rostros de la corrupción instalados en los gobiernos nacionales y sub nacionales, integrando los máximos organismos judiciales, algunos líderes empresariales y muchos que prefirieron no ejercitar un honesto periodismo de investigación.

No debemos olvidar que el poder económico por definición es expansivo, todo lo quiere comprar o vender, su lógica es el lucro; por eso cada generación tiene la tarea de hacer política para circunscribir los apetitos descontrolados y a los que alquilan sus conciencias sin importarles los efectos en los ciudadanos que sufren las consecuencias.

Eso nos obliga a no retroceder en la búsqueda de una democracia con valores éticos, rescatar lo avanzado de las Políticas de Estado del AN  y afrontar estos retos con nuevos ejes temáticos para atender la presente crisis:

1.- Educación para un futuro con efectiva igualdad de oportunidades para todos dentro de una  sociedad inclusiva en una cultura integradora.

2.- La nueva relación tierra / hombre / agua en la ocupación del territorio, el cuidado del ambiente, la administración de los efectos del cambio climático y la gestión de riesgos, orden interno para la cohesión social y el bienestar de la persona humana, la defensa nacional y la seguridad pública.

3.- Desarrollo económico sostenible donde la sociedad y el estado auspicien la formación de capital de los pequeños emprendimientos como canal de encauzamiento de la informalidad y la falta de empleo digno.

4.- La reforma del poder político que favorezca la creación de reglas para una democracia meritocrática que se oponga a la poliarquía selectiva que somete a la sociedad con normas corruptas, el uso indebido de los recursos naturales, el aprovechamiento abusivo de los ingresos fiscales a favor de los poderes facticos que restringen las libertades individuales y la verdadera competencia.

Hoy toca a los jóvenes volver a intentar, siguiendo el mensaje de Fernando Belaunde Terry: ”No se me oculta cuan duro es el camino de la lucha principista y del servicio público. Sé que un hombre que acepta el honor y la responsabilidad de tomar un puesto de comando debe renunciar a su propia tranquilidad, afrontar todos los riesgos y encabezar todas las contiendas. Pero tengo el profundo convencimiento de que la vida misma es escasa retribución al homenaje de la confianza pública.”

*Exsecretario General de Acción Popular