Miraflores: Clausuran discoteca Malala

Gracias a la publicación y difusión de la noticia a través del diario La Razón, donde se hizo eco de la denuncia que desde octubre último habían presentado los agobiados vecinos del pseudo restaurante Malala, en una rápida y eficiente acción la nueva gestión de la Municipalidad de Miraflores liderada por el alcalde Carlos Canales y su equipo de funcionarios, clausuró este local por realizar actividades no autorizadas en su licencia.

Malala ubicado en la Calle Alcanfores 151 sólo tenía licencia para funcionar como restaurante, sin embargo, funcionaba de lunes a domingo como bar, centro nocturno e incluso local de eventos y conciertos con música en vivo agrediendo acústicamente a los vecinos todos los días de la semana. El nivel de ruido era tal que la estruendosa música, los gritos y escándalos se podían escuchar hasta a una cuadra a la redonda.

Caso aparte constituía la salida de los clientes a las tres de la mañana continuando los escándalos en las calles aledañas.

Fueron tres años en cuales los vecinos presentaron diversas denuncias por escrito a la Municipalidad. Cartas firmadas por más de cien vecinos, videos demostrando el abuso, atropello y hasta amenazas por parte del establecimiento del que eran víctimas, cientos de llamadas a Alerta Miraflores y Fiscalización pero el municipio de la gestión pasada, miraba para otro lado.

La gestión anterior no estuvo a la altura y llama la atención la inacción e indolencia simultánea de sus funcionarios de las áreas de Fiscalización, Comercialización y Medio Ambiente lo que facilitó esta escandalosa situación. Alcalde y funcionarios que conociendo el dolor que causaban a los vecinos, en tres años nunca hicieron nada por dar solución sino todo lo contrario.

También llama la atención que las autoridades hayan permitido que en la parte posterior del predio donde existe un patio al aire libre esté cubierto por un inmenso y precario plástico transparente aparentemente inflamable. ¿Acaso estábamos frente a otro posible Utopía?

Malala fue sancionado pero hay más Malalas en Miraflores. La herencia que ha dejado el exalcalde Luis Molina son decenas de establecimientos que con licencia de restaurante y la etiqueta comercial de restobares operaban sin ningún control como “chupódromos”, bares, centros nocturnos y discotecas hasta las 3 de la mañana.  Los vecinos refieren que con la gestión anterior, el centro del distrito miraflorino, su salud y calidad de vida se han degradado notablemente por la proliferación de este tipo de establecimientos irregulares.

Pero ahora, bajo la conducción del alcalde Canales y su equipo gerencial, ya se empiezan a respirar nuevos aires en Miraflores y hay esperanza, la nueva gestión ha demostrado con esta emblemática sanción a Malala que honrará su compromiso de recuperar el principio de autoridad y cumplimiento de normas y ordenanzas en el distrito.

Los vecinos claman ¡no más Malalas! ni pseudo restaurantes en Miraflores, y que devuelvan la dignidad a su distrito. (RSS)