Acompañado de Walter Martos, presidente del Consejo de Ministros y la Ministra de Justicia, Ana Neyra, el jefe de Estado aseguró que las conversaciones no tendrían ningún contenido ilegal y se tratarían de un intento de desestabilizar al gobierno, a la institucionalidad y a la democracia.
“Hoy nuevamente el país ha sido testigo de un vil intento de desestabilizar, no solo al gobierno, sino a la institucionalidad y a la democracia, por parte de un grupo con claros intereses subalternos. Utilizando las mismas prácticas montesinistas, han obtenido de manera ilícita una conversación privada, donde no hay nada ilegal, lo único ilegal aquí es la utilización como en las mejores épocas de Vladimiro Montesinos.”, declaró el presidente.
Vizcarra también reiteró en que nunca negó conocer a Richard Cisneros y que no habría intervenido en su contratación. Tampoco negó la conversación y se refirió a ellas como “conversaciones internas que se hacen en cualquier institución”. Además, afirma que estas grabaciones abrían sido editadas para convertir un reclamo laboral en un hecho delictivo intentando sacar sus palabras de contexto.
Asimismo, afirmó que el pasado 29 de julio un periodista de la prensa extranjera informó a Palacio de Gobierno sobre dichos audios y se tomó la decisión de esperar hasta constatar de qué manera se utilizarían ya que “no tenían nada que temer”. El mandatario también asegura que después de cuarenta días, el contexto en el que se hacen públicos sería muy conveniente, puesto que ayer se había exhortado al Congreso a que se debata la no postulación de los sentenciados en primera instancia y estaba en la agenda del pleno para el día de hoy.
Edgar Alarcón, presidente de la Comisión de Fiscalización y quien presentó los audios, fue mencionado en el Mensaje a la Nación. El jefe de Estado cuestionó que sea precisamente él quien los difundiera: “Presenta los audios el mismo personaje convertido hoy en congresista, al cual la fiscalía ha solicitado levantarle la inmunidad parlamaria para continuar con las investigaciones pendientes por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, peculado doloso, omisión de funciones y falsificación de documentos.”
Refiriéndose a la vacancia presidencial o renuncia presidencial, Vizcarra mencionó: “Si quieren vacarme, aquí estoy con la frente en alto y la consciencia tranquila. Nada de lo presentado hoy de manera ilegal constituye causal de vacancia (presidencial). No voy a renunciar. Yo no me corro”.
De la misma manera, se lamentó que “las fuerzas oscuras” no tengan en cuenta la difícil situación en la que nos encontramos con la crisis sanitaria y quieran sumir al país en una crisis todavía mayor. Declaró que esto no lo iba a doblegar, no renunciará y seguirá su mandato presidencial.
Hizo un llamado a las fuerzas democráticas a que no se presten a “este juego sucio, subalterno y perverso” pues la conversación no tiene ninguna connotación ilegal y solo se trataría de un “complot contra la democracia”.
B.P.S
