El artista peruano Manuel Mejía, quien se desempeña como soldador, viene realizando reconocidas esculturas hechas a base de materiales metálicos en su taller del distrito limeño de Puente Piedra como parte de su pasión y como un legado dejado por su padre desde muchos años atrás, además de ayuda a sus vecinos.
Así, Metal, como también es conocido, empieza el día enfundándose en su traje de rockero y trabaja en sus nuevas creaciones. También se va a los chatarreros para conseguir inspiración para sus trabajos y conseguir piezas que lo ayuden a terminar sus esculturas o a empezar nuevas con las que deleitar a las personas que se acercan a mirar.
Por otro lado, por un tiempo sus obras las hizo en la cárcel, pues luego de que un traficante de drogas mencionó que él estaba implicado en un delito, por lo que fue encarcelado. Pero dentro del penal sus esculturas fueron admiradas en las exposiciones, por lo que fue puesto en libertad gracias a esto y a su buena conducta.
Finalmente, él confiesa que su conocimiento en la soldadura y los fierros partió de su padre, con quien ha desarrollado una manera para doblar fierros mediante una máquina, la cual se ha vuelto famosa. Además, su padre menciona que le sorprende que su hijo se haya convertido en artista y los fierros.
A.M.F.S.