Las mascarillas de bioseguridad contra el COVID-19 y la química que hay en ellas

Las dístintas mascarillas que las personas usan para protegerse de las infecciones ocacionada por el coronavirus presentan muchas composiciones químicas de distinto tipo y presencia.

Unos científicos han analizado la presencia de compuestos plastificantes en las mascarillas utilizadas para reducir el contagio por SARS-CoV-2. El estudio es obra del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), adscrito al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) de España.

El equipo analizó los niveles de 16 compuestos químicos plastificantes organofosforados en diversas mascarillas: de tipo quirúrgico, de tela reutilizables, FFP2 desarrolladas por el CSIC, KN95 y FFP3. Además, el grupo realizó ensayos de inhalación con maniquís para evaluar la proporción de dichos compuestos que se desprendían de la mascarilla y que, por tanto, podían ser respirados.

El trabajo también evaluó el impacto ambiental debido a la generación de residuos, así como a la liberación de compuestos plastificantes al medio ambiente. Basándose en la cantidad de mascarillas que se utilizan a nivel mundial, los investigadores calcularon que se generan entre 0,2 y 6,3 millones de toneladas de residuos anuales, y se liberan entre 20 y 18.000 kilos de plastificantes organofosforados al medio ambiente.

Esta investigación está financiada por la Unión Europea, a través del plan de recuperación frente a los efectos de la COVID-19 Next Generation EU.

B.A.M.P