Las bacterias se vacunan frente a los virus y los virus se vacunan frente a otros virus

En caso de que una bacteria ataque a un virus o viceversa ¿Quién sería el vencedor?

Los virus pueden contrarrestar tanto a los sistemas de restricción-modificación como a la infección abortiva. (Foto: IStock).

En un enfrentamiento entre una bacteria y un virus, ambos cuentan con defensas para contrarrestar los ataques del otro, pues es importante señalar que las bacterias tienen genes exclusivos que les permiten defenderse contra algunos virus, mientras que los virus poseen un tipo de genética que impide que las bacterias los infecten. Por ello, se presentará el arsenal biológico de estos seres microscópicos en un posible enfrentamiento entre ambos.

Las bacterias se defienden del virus llamado bacteriófago (comedores de bacterias) de diversas maneras. Por un lado, establecen un patrón característico en su propio genoma para detectar cualquier genoma desconocido. Esta defensa se denomina sistema de restricción-modificación, la cual está presente en más del 80% de bacterias. Otra estrategia es el suicidio altruista o infección abortiva que consiste en que la bacteria se destruye a sí misma para evitar que el virus continúe el proceso de infección.

Asimismo, se encuentran los sistemas de “vacunación” CRISPR-Cas, presentes en el 40% de las bacterias, que son utilizadas en la biotecnología. Esta capacidad genética se activa cuando entra un virus, por lo que se guardan fragmentos en el genoma de la bacteria. De esta forma, estos fragmentos funcionan como una vacuna contra el mismo virus que atacó anteriormente.

Por otro lado, los virus modifican su genoma para engañar tanto a los sistemas de restricción-modificación como a la infección abortiva. Además, existen virus que crean armas anti-CRISPR con el objetivo de impedir su funcionamiento. Sin embargo, cabe resaltar que los virus a veces luchan entre ellos como, por ejemplo, los virus defectuosos o satélites, que carecen de genes para fabricar la envoltura de su genoma o cápside, de modo que parasitan a otros virus llamados helper.

Los expertos consideran que es complicado definir al ganador del enfrentamiento entre el virus y la bacteria, pues ambos se encuentran en constante evolución. Aunque, también señalan que esta lucha beneficia a los seres humanos, debido a que los científicos estudian la defensa y el ataque de estos seres microscópicos para generar antibióticos que contrarresten las enfermedades.