“¿La peor pesadilla para la izquierda brasileña y latinoamericana?”, por José Briceño Abanto

Al conocerse el resultado electoral que coloca a Bolsonaro como el nuevo presidente de Brasil, y termina con el poder del Partido de los Trabajadores supongo es obligatorio analizar lo que sucedió en ese país, y sobre todo el más del 55% obtenido por el ultraderechista.

¿Qué sucedió con el Partido de los Trabajadores? Sostengo que lo acontecido el domingo en Brasil fue una respuesta a la forma y estilo de gobierno del PT; es un “hasta acá no más Lula y Dilma”. El apabullante 55% obtenido por el candidato de la derecha tiene sabor a plebiscito, y es una condena ciudadana a la mega corrupción encabezada por el gobierno carioca dirigido por la ahora derrotada izquierda local, solo basta recordar como Odebrecht y empresas similares fueron amparadas y favorecidas por la cúpula del PT. Y utilizadas como punta de lanza para invadir ideológicamente otros países. Ahora si de corrupción al más alto nivel se trata en la tierra de la samba, no olvidemos el escándalo Petrobras

Desde mi óptica, apuesto que desde las izquierdas locales y sudamericanas buscaran culpables de esta gigantesca derrota ideológica hasta por debajo de las piedras. Por costumbre y por discurso mecánico y repetitivo, responsable del triunfo de Bolsonaro: “anti popular, anti histórico; favorecido por los medios de comunicación; y la derecha” serán todos, y nunca la misma izquierda.

El 28 de octubre quedará marcado como una fecha trágica para las izquierdas sudamericanas, y en verdad creo que queda corto ese término, pues la derrota no solo es electoral, la debacle es ideológica, el PT. Tendrá que reinventarse para poder meterse otra vez en el imaginario del pueblo brasilero, y también porque deja a las ¨otras izquierdas¨ sin su mayor y económicamente desprendido aliado.  Finalmente, entre ese 55% que colocó a Bolsonaro como presidente, hay muchos que votaron por Lula y Dilma en su momento, ese margen porcentual alcanzado por la extrema derecha está nutrido de muchos electores que apostaron por los candidatos de izquierda, que prometieron acabar con la corrupción en el gigante sudamericano, pero terminaron siendo parte de esa maraña mafiosa, que paradójico ello. Al saber que Bolsonaro guiará el destino de Brasil por los próximos cuatro años me quedo con dos conceptos: El resultado electoral de ayer es ¨La peor pesadilla para la izquierda brasileña y latinoamericana¨ y ¨Así son los pueblos; así es la historia de pendular¨.

José Briceño Abanto