La Oficina de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido (UKMTO) había reportado previamente que, en la madrugada del mismo día, un grupo de 4-5 individuos armados, vestidos con uniformes oscuros de estilo militar y máscaras negras, abordaron un petrolero a unos 80 kilómetros de las costas de Omán. Tras este incidente, la nave cambió de rumbo hacia aguas territoriales iraníes y se perdió el contacto con ella.
De acuerdo con Tanker Trackers, un servicio privado de inteligencia marítima, el buque identificado como el petrolero St Nikolas, antes conocido como Suez Rajan y confiscado por EE.UU. el año pasado, fue el objeto de la incautación
El anuncio de la Armada de la República Islámica de Irán sobre la incautación del petrolero estadounidense en el golfo de Omán ha generado preocupación y tensiones en la región. Estados Unidos, hasta el momento, no ha emitido comentarios oficiales sobre el incidente. Este acontecimiento agrega un nuevo capítulo a las crecientes tensiones geopolíticas en la región, destacando la importancia de un seguimiento cuidadoso y diplomático para evitar una escalada en las tensiones entre ambas naciones.
La situación plantea interrogantes sobre las motivaciones detrás de la incautación y su posible impacto en las relaciones internacionales en una región estratégica para el suministro global de energía.