La jueza Laurel Beeler ordenó un alivio temporal: que Toledo no sea extraditado al menos por siete días para que tenga tiempo de solicitarle a una corte de apelaciones que le permita quedarse en Estados Unidos.
“El pedido del peticionario para no ser extraditado mientras se resuelve una apelación de una orden que negó su habeas corpus está negado, pero el otro pedido del peticionario para quedarse temporalmente es concedido”, dijo la magistrada.
Toledo está acusado de aceptar unos 35 millones de dólares en sobornos vinculados a la construcción de una autopista entre Brasil y Perú. Los fiscales peruanos lo han demandado por confabulación y lavado de dinero y su país busca extraditarlo desde 2018. El expresidente fue detenido en Estados Unidos a raíz de esa solicitud en 2019.
En su solicitud el expresidente alegó que el tratado de extradición entre Estados Unidos y Perú no puede ser aplicado a su caso porque Perú no lo ha acusado formalmente ni ha entregado los documentos con los cargos específicos, como requiere el tratado. Añadió que no hay razones para creer que él haya cometido los supuestos delitos. La jueza rechazó sus alegatos.