La crisis política en Sudáfrica ha llegado a su auge. Tras las masivas protestas que durante meses se han sucedido en varias ciudades del país en contra de Jacob Zuma, en las cuales se pedía su renuncia inmediata del cargo de Presidente de la República, debido a las acusaciones en su contra por casos de corrupción y colusión con empresarios que pretendían obtener beneficios en obras estatales.
Finalmente, la presión ciudadana y judicial, junto la decisión de cesarlo del cargo por parte de su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), ha dado sus frutos y forzó al presidente sudafricano a renunciar el día de ayer en un discurso televisado, en el cual manifestó que si bien no está de acuerdo con esta situación, él acatara las ordenes de su partido.
Es preciso resaltar que todavía no se ha llegado al fin de la crisis de Sudáfrica, ya que todavía el ex presidente Zuma debe responder las acusaciones en su contra, junto con otras personas involucradas en las imputaciones que se le han hecho. Es así como termina el gobierno de casi 9 años de Jacob Zuma, quien fue presidente desde 2009 y cuyo mandato estaba previsto que terminara en 2019.
Por otro lado, ya se ha determinado quien será el hombre que suceda a Zuma en el mando de la nación más poderosa económicamente del sur de África. Se trata de Cyril Ramapahosa, presidente del Congreso Nacional Africano (CNA), un rico empresario muy conocido en el país austral y de quien no se conocen antecedentes por corrupción.
L.I.P.R.
