Cada 10 de septiembre se celebra el día mundial para la prevención del suicidio. Foto: Angiephotos / Getty Images

Por Manuel Alejandro Navarro

En el día mundial para la prevención del suicidio, la salud mental juega un papel importante para entender porque las personas intentan quitarse la vida, pueda que una de las causas principales del suicidio sea la depresión, pero también hay otras causas que hacen que el suicidio sea estigmatizado.

Según las estadísticas, en el Perú cada 22 minutos una persona trata de quitarse la vida, y de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se suicida, de aquí parte la importancia de tomarse muy en serio el tema: el intentar o tan solo pensar quitarse la vida.

Solo en la capital peruana, el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), ha atendido más de 4.800 emergencias psiquiátricas en lo que va del año 2021, no obstante, la PNP, los bomberos y algunos ciudadanos han ayudado a decenas de miles de personas que han intentado suicidarse y esas cifras no se cuentan.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2019, 97.339 personas murieron por suicidio solo en la región de las américas, y se estima que 20 veces ese número puede haber realizado intentos de suicidio.

La pérdida de empleo y de la economía, los traumas o abusos, los trastornos mentales y las barreras de acceso a la atención de salud que pueden conducir al suicidio se han amplificado con la crisis ocasionado por la pandemia de la Covid-19.

De acuerdo a una encuesta realizada por el Foro Económico Mundial hecha un año después del inicio de la pandemia, cerca del 50% de los participantes en Chile, Brasil, Perú y Canadá declararon que su salud mental había empeorado. Según la OMS, el 1% de las muertes globales son suicidios, lo que se traduce como que más personas fallecen cada año por suicidio que por VIH, malaria, cáncer de mama, o por guerras y homicidios.

El suicidio también es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, después de los accidentes de tráfico, la tuberculosis y la violencia interpersonal, los hombres conformaron el 77% de las defunciones por esta causa y, aunque se han hecho progresos en intervenciones basadas a la evidencia en la prevención del suicidio, muchos países siguen teniendo tasas que solo están creciendo.

Se ha demostrado que la depresión es una de las principales causas del suicidio, pero también lo son el maltrato físico o psicológico, abuso sexual, acoso escolar, violencia de género, problemas jurídicos, separación / custodia / régimen de visitas, problemas sentimentales, con amigos, en el colegio, relacionados a la sexualidad, pobreza, adicciones, incluso la soledad, entre otros.

La salud mental está tornándose cada vez más visible en el mundo a causa de la pandemia por Covid-19, después de largas cuarentenas, fallecimiento repentino, aislamientos forzados a causa de tener la enfermedad, perdida del empleo, bancarrota, planes frustrados, estrés, ansiedad, el miedo a contraer la enfermedad, así como también el empeoramiento de los problemas de salud, entre otros factores, han logrado poner a flote la cara más abominable de lo trágico que puede ser descuidar la salud mental.

Mientras que a algunos se les agravaba el problema de salud mental que ya tenían, como los autistas, los claustrofóbicos, etc., para otros recién salió a flote los problemas de salud mental que llevaban años dentro, incluso algunos experimentaron por primera vez signos de ansiedad o alteraciones mentales.

El estigma del suicidio y la salud mental

La estigmatización, sobre todo la que se crea en torno a los trastornos mentales y el suicidio, disuade de buscar ayuda a muchas personas que piensan en quitarse la vida o tratan de hacerlo y que, por lo tanto, no reciben la ayuda que necesitan.

La prevención del suicidio no se ha abordado debidamente en nuestro país por ausencia de la sensibilización respecto a la misma. La importancia que debe tener como medida de la salud pública recae en el gobierno, sin embargo, para nuestra sociedad continúa siendo un tabú impidiendo tratarlo abiertamente.

Hasta hoy, solo unos pocos países han incluido la prevención del suicidio entre las prioridades de sus políticas de la esfera de la salud y solo 38 naciones han notificado que cuentan con una estrategia nacional de prevención específica.

Un ejemplo claro de lo retrasado que estamos en salud mental es: ¿Podría hablar usted públicamente en la calle o en un entorno laboral sin condenar al suicidio o etiquetar a una persona con depresión o con problemas de salud mental como loca o en su defecto ir al psiquiatra si no puede dormir o se siente emocionalmente inestable?

El caso Alan García

El expresidente es una de las figuras políticas que causó conmoción nacional e internacional, tras darse un tiro en la cabeza para no terminar en prisión por el caso Odebrecht, un final realmente inesperado. El aprista ya presentaba problemas en la salud mental y su inminente detención fue la gota que rebalso el vaso.

En unos documentos revelados por WikiLeaks en 2010, la embajada de los Estados Unidos en Perú había realizado un perfil psicológico del fallecido expresidente, en los papeles se indicaba que García Pérez, tenía desórdenes bipolares.

“Un aspecto en torno al cual hay casi un acuerdo universal, es que García tiene un ego colosal que le puede cegar ante los méritos, o las buenas ideas y alternativas que vengan de otro que no sea él… El ego de García es su talón de Aquiles y podría tener consecuencias contraproducentes para el actual Gobierno, especialmente si no se vigila”, señala el informe.

Los famosos y sus asuntos mentales

Varias superestrellas han hablado de sus problemas de salud mental públicamente, ayudando a muchos a no estigmatizar el asunto, desafortunadamente algunos no pudieron más y se quitaron la vida. Sin embargo, entre las personalidades del año 2021 que hablaron abiertamente de la salud mental son la tenista Naomi Osaka y la gimnasta Simone Biles.

Adele, Justin Bieber, Cameron Díaz, Miley Cyrus, Demi Lovato, Selena Gomez, Mariah Carey, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio, David Beckham, Hugh Laurie, Billie Eilish, Lindsay Lohan, Katy Perry, Camila Cabello, Taylor Swift, Ariana Grande, Megan Fox, Lady Gaga, Kanye West, Jim Carrey, Michael Phelps, Kevin Love, Andrés Iniesta, J. Balvin, Pablo Alborán, Emma Stone, Angelina Jolie, Justin Timberlake, Greta Thunberg, Al Pacino, el príncipe británico Harry, Paris Hilton, Dwayne Johnson o también conocido como “La Roca”, incluso la ex primera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, hablaron abiertamente de los problemas de salud mental que padecieron o siguen sufriendo, y esto solo por mencionar a algunos.

Por otra parte, Robin Williams, Kurt Cobain, Marilyn Monroe, Whitney Houston, Mac Miller, Chester Bennington, Amy Winehouse, Avicii (Tim Bergling), no pudieron controlar el peso de la salud mental y la depresión y terminaron con un triste desenlace: el suicidio.

Los problemas de salud mental también están presentes en el deporte, si bien hacer deporte ayuda a generar serotonina, considerada la hormona de la felicidad, la presión por las competencias, la frustración, etc., terminan ahogando a un atleta.

El pasado 31 de mayo, la tenista japonesa Naomi Osaka en se retiró de la competencia de Roland Garros por problemas de ansiedad, en un relato que escribió ella misma para la revista TIME indicó: “Espero que la gente pueda empatizar y entender que está bien no estar bien, y está bien hablar de ello. Hay gente que puede ayudarnos, y suele haber luz al final de cualquier túnel”.

La gimnasta estadounidense Simone Biles, se llevó la atención mundial al no seguir compitiendo en los Juegos Olímpicos realizados en Tokio, prefiriendo dar prioridad a su salud mental antes que, a las mismas olimpiadas, al respecto declaró: “Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental es más importante en los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, también agregó, “a veces realmente siento como si tuviera el peso del mundo sobre mis hombros”.

Cada 10 de septiembre, se celebra el día mundial para la prevención del suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio y avalado por la OMS. El tema del año 2021 es “crear esperanza a través de la acción”.

Esto refleja la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente de salud pública. Todos nosotros, familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos están llamados a tratar el suicidio desde una simple conversación hasta hacer un impacto.

El suicidio no es una patología, por ente no tiene síntomas, pero si hay señales que indican que alguien podría estar pasando un mal momento y por lo tanto es propenso a quitarse la vida. Una de las mejores maneras de prevenir el suicidio es hablar sobre las emociones, los problemas, las circunstancias que nos hacen sentir mal, hacer catarsis puede ayudar mucho, así como darse un descanso de la rutina.

Hablar del tema en el entorno, sea en el laboral, en los salones de clase, la familia, entre amigos, ayudara a acabar con la estigmatización. Dentro de un mes, exactamente el 10 de octubre, será el Día Mundial de la Salud Mental, podemos trazarnos una meta para aquella fecha, así que este mes podemos usarlo para hacer un impacto en nuestro ambiente.

Si estas pasando un mal momento, recuerda que no estás solo, incluyendo al escritor de este informe que ha pasado por depresión, ansiedad y desórdenes mentales durante muchos años, pero con ayuda de Dios, familiar y psiquiátrica ha podido mantenerse estable, usted puede llamar gratuitamente si está en Perú a los siguientes números de ayuda:

  • La Línea 100 del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual
  • 080041212 (La voz amiga)
  • 080010828 / 975 351 364 (Infosalud)
  • 080015259, Orientación Jurídica Gratuita (Allegra)
  • 105 (PNP)
  • 116 (Bomberos)

No dude en consultar con un psicólogo e ir a un psiquiatra si presenta síntomas relacionados al estrés, depresión, miedo, ansiedad o algún pensamiento o acción que le impida llevar su vida con normalidad.