Mientras los equipos de bomberos siguen adelante con su batalla de más de una semana contra los incendios que arrasan bosques y aldeas en la costa sur de Turquía, el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan enfrentó crecientes críticas por su aparente mala respuesta e inadecuada preparación ante los incendios forestales.

Alimentados por fuertes vientos y altas temperaturas, los incendios en Turquía ya dejaron ocho muertos y han obligado a miles de residentes y turistas a huir de sus casas y complejos vacacionales. Los árboles carbonizados y ennegrecidos, han reemplazado algunas de las colinas cubiertas de pinos en la Costa Turquesa de Turquía, mientras que muchos aldeanos perdieron sus hogares y ganado.

El martes, los bomberos seguían combatiendo 11 incendios en seis provincias, incluidas las provincias costeras de Antalya y Mugla, destinos turísticos populares. Más de 150 incendios que estallaron en más de 30 provincias la semana pasada, fueron apagados según informes de las autoridades.

Un alto funcionario forestal turco describió los incendios forestales como los peores en Turquía en la memoria viva, aunque no pudo decir cuántas hectáreas de tierras forestales habían devorado los incendios. El ministro del Interior, Suleyman Soylu, expresó que los fuertes vientos estaban reavivando las llamas que anteriormente fueron controladas.

A medida que los residentes perdieron hogares y ganado, la ira se volvió hacia el gobierno, que admitió que no tenía una flota de aviones de extinción de incendios utilizable. Los partidos de oposición acusaron al gobierno de no adquirir aviones de extinción de incendios y, en cambio, gastar dinero en proyectos de construcción que, según ellos, son dañinos para el medio ambiente.

En el pueblo de Bozalan, en la provincia de Mugla, donde se incineraron casas y olivos, los residentes se quejaron de que la respuesta del gobierno fue inadecuada. “Nuestros helicópteros de extinción de incendios eran insuficientes”, aseguró Mahmut Sanli, de 58 años, “si hubiera un equipo de bomberos en nuestro vecindario, esto no habría sucedido”, agregó.

Kemal Kilicdaroglu, líder del principal partido de oposición de Turquía, acusó a Erdogan de carecer de un “plan maestro” contra los incendios forestales y de ignorar las advertencias sobre el calentamiento global, “necesitamos comenzar a preparar a nuestro país para nuevas crisis climáticas de inmediato. Nuestro país está en medio de una crisis climática y del agua”, dijo.

El gobierno de Erdogan también fue acusado de comprometer los esfuerzos de extinción de incendios, al presuntamente rechazar la ayuda de países occidentales durante las primeras etapas de los incendios. Pero el funcionario dijo que el gobierno solo había rechazado ofertas para pequeños aviones de descarga de agua.

El ministro de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, manifestó el martes que Turquía aceptó todas las ofertas que satisfacen sus necesidades. Francia y Grecia también ofrecieron enviar aviones de descarga de incendios, pero luego se vieron obligados a retractarse debido a los incendios allí.

“En tiempos de desastre, por supuesto que aceptamos la asistencia de otros países de la misma manera que brindamos asistencia a otros países”, aseveró. La embajada israelí, sin embargo, dijo el martes que Israel se había ofrecido a ayudar, pero los funcionarios turcos habían rechazado la oferta, diciendo que “la situación está bajo control” la oferta aún sigue en pie.

Los grupos ambientalistas han pedido vía redes sociales que Turquía obtenga ayuda para contener los incendios que han consumido algunos de los bosques. Pero también advierten sobre otra amenaza, después de que el parlamento de Turquía aprobará una ley a mediados de julio, que permitiría al presidente cambiar el estatus de los bosques.

El presidente turco junto con altos funcionarios rechazaron firmemente la especulación y dijeron que los bosques quemados estaban absolutamente protegidos por la constitución y serían reforestados. Si bien la superficie exacta que se quemó la semana pasada no está clara, los funcionarios han prometido que las áreas afectadas no se transformarán para otros fines y que los aldeanos podrán regresar a sus tierras.

Sin embargo, la garantía del gobierno no ha aliviado las preocupaciones, los críticos evidenciaron con fotografías el antes y después de un bosque quemado hace más de una década, que luego fuera convertido en un hotel. Si bien la constitución turca ordena la reforestación de los bosques incendiados, los expertos señalan que la nueva ley que entró en vigor oficialmente la semana pasada, con la aprobación de Erdogan, podría desaparecer los bosques y convertirlos en centros turísticos.

Las llamas cobraron fuerza con vientos fuertes y cambiantes en la central térmica de Kemerkoy en el distrito Milas de Mugla, donde los reporteros en el lugar dijeron que el fuego estaba a medio kilómetro de la planta. Las autoridades dijeron que se tomaron precauciones de seguridad en la planta.

Los aviones enviados desde España y Croacia se unieron a los aviones de Rusia, Irán, Ucrania y Azerbaiyán el martes. Un total de 16 aviones, 51 helicópteros y más de 5.000 efectivos estaban haciendo frente a los incendios. Cuatro helicópteros llegarían desde Ucrania el miércoles.

Los alcaldes publicaron videos pidiendo respuestas aéreas de extinción de incendios a los incendios forestales locales, mientras que las celebridades se unieron a una campaña en las redes sociales solicitando ayuda extranjera para combatir los incendios.

La autoridad meteorológica turca advirtió que las temperaturas subirían entre 4 y 8 grados centígrados por encima de las normas estacionales en las costas del Egeo y el Mediterráneo del país. Las temperaturas en Marmaris alcanzaron un máximo histórico de 45.5 C, el martes, indicó el ministro de Agricultura y Silvicultura, Bekir Pakdemirli. Los expertos señalan en su mayoría al cambio climático como el culpable.

Turquía no es la única con incendios forestales

Al otro lado del mar, Grecia también ha presentado fuertes incendios, los aviones de extinción reanudaron sus operaciones con las primeras luces para hacer frente a un gran incendio forestal en las afueras del norte de Atenas que obligó a miles de personas a huir de sus hogares el día anterior en medio de la peor ola de calor del país en décadas.

El incendio en dos suburbios de la capital griega fue el peor de los 81 incendios forestales que estallaron en todo el país en 24 horas desde la noche del lunes hasta la noche del martes. No hubo informes de muertos o heridos graves. El incendio quemó casas, negocios y vehículos, y envió una gran nube de humo sobre Atenas el martes por la noche.

Otros dos grandes incendios forestales seguían ardiendo en la isla griega de Evia y uno en el suroeste del Peloponeso. Se prevé que la ola de calor continúe en Turquía y Grecia hasta el fin de semana. Una ola de calor en el sur de Europa, alimentada por el aire caliente del norte de África, ha provocado incendios forestales en todo el Mediterráneo, incluidos Italia y Grecia.


ACTULIZACIÓN

Los incendios ya han dejado 8 muertos y decenas de heridos, casas destruidas, y la población sigue percibiendo que e gobierno de Recep Tayyip Erddogan no esta haciendo lo suficiente.

M.A.N.