Como se sabe Lima siempre ha sido escenario de marchas y manifestaciones, sin embrago la larga duración de la huelga ha hecho que muchos consumidores decidan no frecuentar los comercios de esa zona.
“No nos alcanza para cubrir la planilla de los trabajadores ni para el pago de servicios y de arbitrios. He tenido que sacar de mi capital para poder cumplir”, explica Víctor Contreras, gerente general de Yol Fashion, tras sufrir una gran disminución en sus ventas.
Algo parecido le sucede a Ricardo Hinojosa, socio del grupo Rincón Cervecero, quien ha tenido una baja afluencia en sus locales, ubicadas a una cuadra de la Plaza San Martin.
La caída –tanto en ventas como en visitas– ha sido el 30% este último mes. Pero eso no es todo. El bloqueo de calles por parte de las autoridades (para evitar que los manifestantes lleguen a la Plaza de Armas) han perjudicado a los comerciantes.
Otro de los empresarios afectados fue César Vargas, gerente general de Passarella, quien menciona que debido a la denegación del pase al Jirón de la Unión y Jirón Huallaga, sus ventas cayeron no solo en Lima, sino también en Juliaca y Cusco.
Sin embargo, pese a toda la coyuntura actual el Centro de Lima sigue captando el interés de muchas empresas. Y es que al día unas 300 mil personas transitan por el Jirón de la Unión, y un millón por Mesa Redonda, con lo que el incremento de ventas es más satisfactorio.
Este distrito concentra a 455 galerías, lo que genera un movimiento comercial de más de S/21.600 millones al año. Cifra que podría incrementarse al contabilizar los ingresos de los supermercados y tiendas por departamento que hay en la zona.
Es por ello que es entendible la preocupación de los empresarios frente al impacto de una protesta tan gresca de la de los profesores. Se estima que esta situación se regule en este mes de setiembre.
K.C.H
