Hace 49 años atrás, un 31 de mayo de 1970 a las 3:23 de la tarde, ocurrió un terremoto devastador de una magnitud de 7.8, con epicentro a 80 km al mar de Chimbote, tomó por sorpresa a todos los peruanos. Fueron 45 segundos interminables, en donde el departamento de Áncash fue el principal afectado.
Pero este no fue el único desastre, pues este terremoto trajo consigo un aluvión, que fue provocado tras el desprendimiento de una franja del Huascarán, arrasando con la localidad de Yungay y afectando también a Ranrahirca, Caraz y Carhuaz, en el Callejón de Huaylas.
Esta terrible tragedia dejó 75 mil muertos, más de 150 mil heridos y 20 mil desaparecidos. por ello las autoridades decidieron conmemorar cada 31 de mayo, para honrar a todas las víctimas y utilizar esta fecha también como la principal para la realización de simulacros, con el fin de evitar una tragedia de esta magnitud.
Así mismo, el presidente Martín Vizcarra llegó hasta la ciudad de Yungay, para participar del primer simulacro programado tras los continuos sismos que hemos venido sufriendo las últimas semanas.
L.A.C.
