El 27 de diciembre de 2018, a las 18:55 (hora local), un helicóptero tipo MI8-MSB, perteneciente a la compañía peruana AERO TECNIC E.I.R.L., se estrelló tras realizar un aterrizaje forzoso dentro de la jurisdicción de la Provincia de Castrovirreyna (parte occidental del departamento de Huancavelica).
Por fortuna, los tripulantes (tres ciudadanos de Perú y dos “turistas” de Ucrania) quedaron ilesos gracias a la destreza del piloto que hizo todo lo posible para que la nave citada no estallara en llamas y minimizar las consecuencias de la colisión del mencionado helicóptero con tierra.
Tras el accidente de la aeronave ha surgido preguntas que las autoridades peruanas tendrán que responder porque de por medio está la seguridad de la población del país andino, la efectividad de la lucha contra la corrupción en el Perú y el cuidado de las relaciones bilaterales con países amigos entre otros.
En lo que concierne a la seguridad de la población peruana cabe destacar que dos helicópteros modificados por la empresa ucraniana HELICOPTERS MOTOR SICH, fueron ingresados mediante el régimen de admisión temporal y entregados para su uso en el 2013 a las compañías AERO TECNIC E.I.R.L. y AVIATION PACIFIC. El 2016 la SUNAT confiscó la aeronave que pertenecía a AVIATION PACIFIC porque la vigencia del certificado de aeronavegabilidad de la misma expiró y por infracción del régimen de admisión temporal en el país.
En ese contexto cabe la pregunta: ¿Por qué la empresa AERO TECNIC E.I.R.L. continuaba utilizando la aeronave ahora estrellada?, ¿acaso no se sometió al mismo procedimiento de control que la de AVIATION PACIFIC para evitar el accidente que pudo causar muertes en cualquier parte del país?, ¿cómo es que fueron expedidos a las mencionadas compañías los certificados de aeronavegabilidad de las naves?
Entre otras preguntas figuran también: ¿Las autoridades peruanas constataron realmente la existencia de alguna representación de la empresa ucraniana?, ¿se percataron de que el MI8-MSB es una modificación del MI8T que el mismo fabricante ruso “Planta de Helicópteros Mil de Moscú” no tiene?, ¿se percataron de que la parte ucraniana disponga de las facultades del fabricante para hacer cualquier tipo de modificación a los MI8T?, ¿son conscientes de que la modificación de los MI8T sin la autorización del fabricante ruso representaría una infracción de los estándares internacionales, de las buenas prácticas en el ámbito aeronáutico y de las normas internacionales que regulan la propiedad intelectual?, ¿el Ministerio de Transporte y Comunicaciones del Perú brindaría a las autoridades competentes que lo soliciten los certificados de aeronavegabilidad emitido a las empresas arriba mencionadas?
Es muy posible que la parte peruana tenga respuestas para las preguntas señaladas en el párrafo anterior pues, de no ser así, estaríamos frente a un caso de falta de profesionalismo, frente a un caso más de corrupción que requiere ser atendido con carácter de urgencia para identificar a los responsables directos de un negocio que afectaría las relaciones de cooperación entre el Perú y Rusia.
No sería extraño que en el marco de una política anti-rusa que promueve la élite política de Ucrania, EEUU y de otros países de Europa, se esté conspirando contra uno de los importantes pilares de la economía de Rusia como lo es su industria de helicópteros para sacarla del mercado latinoamericano. Esperemos que esto no sea así pues, de ser todo lo contrario, el Perú resultaría implicado en un escándalo de política anti-rusa que trastocaría las relaciones entre el Perú y la potencia euroasiática.
Fuente: Ricardo Zedano
