Arqueólogos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos descubren restos de un jerarca de la cultura Chancay, quien fue enterrado con cinco personas más. De igual forma, se encontraron objetos de gran valor a 6 metros de profundidad.
“Bajo 7 metros de profundidad, hemos encontrado la tumba de un personaje de élite de más de 1.000 años de antigüedad de la cultura preínca Chancay”, dijo el arqueólogo Pieter Van Dalen, líder de la expedición.
Un pescador de la cultura Chancay
Para los descubrimientos, los investigadores tuvieron que cavar la tierra por dos meses para hallar la tumba del importante personaje de la cultura Chancay. Según Van Dalen, se trataría de un personaje principal o curaca (líder) de la cultura Chancay debido a las grandes dimensiones de la tumba: 7 metros de profundidad por 7 metros de ancho, siendo el fardo más grande hallado en el sitio arqueológico de aproximadamente 50 hectáreas.
“El curaca de Macatón era un personaje que, según los materiales asociados a su tumba, se habría dedicado a la actividad pesquera”, indicó Van Dalen, quien sustenta su suposición en la presencia de un remo de madera al interior de la tumba.
Vida después de la muerte
Junto a la tumba del curaca de Macatón, fueron halladas otras cinco personas, entre niños y adultos. También, se encontraron grandes vasijas de cerámica con figuras de animales y los restos de cuatro llamas. Las vasijas de color marrón y crema contenían restos de peces, maíz y cuyes, que eran ofrendas para los muertos en la antigüedad.
“Los chancay creían mucho en la vida después de la muerte. El difunto, debido a su importancia en la sociedad cuando fallecía, no moría. Ahí no terminaba su existencia, sino que se convertía en ancestro, en mallqui (momia)”, manifestó el profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.