Hace 15 años ocurrió el devastador terremoto que destruyó gran parte de Pisco

El sismo de Pisco destacó por su gran magnitud y una duración cerca de 210 segundos.

Vista aérea de los daños producidos por el terremoto en Pisco.

A las 6:40 p.m. del 15 de agosto del 2007 la población de Pisco, Ica, Chincha, Cañete y la capital de Perú, Lima vivieron uno de los movimientos telúricos más trágicos de la historia del Perú. Un terremoto de magnitud 7.9 grados en escala de Ritcher destruyó centenares de viviendas, iglesias, edificios dejando un saldo lamentable de 596 fallecidos, más de 2,2000 heridos y 432,000 damnificados, según los registros oficiales.

El violento sismo que provocó la paralización de emisoras radiales y centrales telefónicas, tuvo una intensidad de IX en la escala de Mercalli. Asimismo, se reportó un total de 76,000 viviendas destruidas e inhabilitables en las provincias mencionas, y también en la provincia limeña de Yauyos, Huaytará y Castrovirreyna, en la región Huancavelica.

Ante el efecto del devastador sismo, las autoridades declararon en emergencia a las provincias afectadas por un plazo de 60 días, y se suspendieron las clases escolares. El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional asumieron las acciones de ayuda logísticas para atender y ayudar los múltiples llamados de emergencia.

En esa línea, la población civil, empresas privadas, organizaciones, instituciones educativas públicas y privadas, realizaron donaciones para los pobladores afectados. La ayuda humanitaria de los peruanos, especialmente de Lima, se concentró en el Estadio Nacional. Otras ciudades que hicieron llegar su ayudar fueron Arequipa, Moquegua y Tacna. También la ayuda procedió de diversas partes del planeta al enterarse la dramática situación. Los consulados del Perú de diferentes partes del mundo abrieron cuentas bancarias para facilitar el envío oficial de donaciones de dinero al Perú.

El terremoto en Pisco, posteriormente, ha sido una de lo más trágicos y violentos ocurridos en la historia del Perú. A raíz de ello, se empezó a realizar de manera constante los simulacros nacionales diurnos, vespertinos y nocturnos como parte de la política de Estado en materia de prevención de desastres.