Con la llegada de Pedro Castillo a la presidencia, uno de los mayores cuestionamientos fue la inclusión de los ronderos en la seguridad ciudadana. Sobre todo, al relacionar esta iniciativa con la ciudad de Lima, algo inusual en ella. El día de hoy, en su exposición frente al Pleno del Congreso respecto a la solicitud del voto de confianza, el premier Guido Bellido descartó esta propuesta.
“Son una expresión cultural que se origina sin intervención gubernamental”, indicó el jefe de Gabinete de Ministros para referirse a las rondas campesinas, razón por la cual se decidió no trasladarlas ni ejecutarlas en zonas distintas de las que han surgido. Sin embargo, a pesar de desestimar el uso de las rondas en ciudades como Lima, resaltó que estas son una forma autónoma y democrática de organización comunal, apoyándose en el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana y la Ley N° 27908.
Añadió que “las rondas ayudan en la solución de conflictos y realizan funciones de conciliación extrajudicial conforme a la constitución y a la ley y así como funciones relativas a la seguridad y paz comunal dentro de su ámbito territorial”.
La actividad de los ronderos, a pesar del descarte de la mencionada propuesta, será impulsada desde el ministerio del Interior. El enfoque de la seguridad ciudadana participativa será impelido. Mientras que en el ámbito urbano se promoverán las juntas vecinales, en el ámbito rural las rondas campesinas serán apoyadas en temas de derechos humanos la ley de rondas campesinas, mecanismos de coordinación y articulación con el Estado. A esto, Bellido añadió que ya se han capacitado 4 626 ronderos.
