En el emporio comercial Gamarra se realizó un operativo para sancionar el comercio ambulatorio. Esto ocasionó molestia en peruanos y extranjeros que trabajaban en las calles del lugar.
Y es por ello que comenzaron a enfrentarse al personal de serenazgo con piedras y palos hasta que la Policía Nacional llegó para poner orden y detener a las personas que resistieron a la autoridad.
En total se detuvo 85 personas por alteración del orden público, siendo algunas de ellas, extranjeros quienes no contaban con los papeles en regla. Muchos tenían vencido el documento de permanencia en el país.
El alcalde George Forsyht respondió a la prensa que los ambulantes “quieren seguir haciendo lo que quieren. Por eso estas operaciones son constantes, hoy se está haciendo uno más grande”. Además, “siempre hay pequeños focos donde quiere volver la mafia, quiere volver a tomar las calles y no lo vamos a permitir”.
El operativo duró dos horas y media donde participaron más de 300 serenos y efectivos policiales. Ante la respuesta violenta de los vendedores, empezaron a lanzar bombas lacrimógenas afectando a las personas que no tenían nada que ver en el hecho. Ellas tuvieron que buscar refugios y cerrar varias tiendas para evitar cualquier problema.
AGMM
