El fuerte sismo sacudió la mañana del martes la isla de Masbate, en el centro de Filipinas, el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs) anunció que no había amenaza de tsunami tras el terremoto. “No podemos descartar la posibilidad de otro terremoto de gran magnitud, pero principalmente esperamos réplicas más débiles”, indicó Renato Solidum, director de Phivolcs.
Ladrillos caídos y otros daños dispersos fueron evidentes en la ciudad costera, donde la gente se precipitó fuera de hogares y oficinas por seguridad. La delegación provincial en Masbate del Centro Nacional de Reducción de Riesgo de Desastres informó en su reporte preliminar de daños de que un hombre falleció tras el derrumbe de su casa en Cataingan, mientras una mujer resultó herida.
Los daños en la localidad de Cataingan fueron publicadas por las redes sociales de La Cruz Roja de Filipinas, donde se pueden ver imágenes de las consecuencias del sismo, que provocó profundas grietas en las calles y carreteras del lugar, provocó la caída de fachadas de edificios y apartamentos, derrumbando decenas de viviendas ubicadas en las zonas más pobres de la costa.
El temblor se sintió también en islas cercanas como la de Panay, Samar, Leyte y Negros, y en las provincias de Albay y Sorsogon, asimismo en el extremo sur de la isla de Luzón.
Filipinas forma parte del “Anillo de Fuego” del Pacífico, un arco de fallas alrededor del Océano Pacífico donde ocurren la mayoría de los terremotos del mundo. Cabe recordar que uno de peores terremotos en Filipinas ocurrió en 1990, con una magnitud de 7,7 mató a casi 2.000 personas en el norte de dicho país.
M.A.N.
