El 25 de diciembre, el gobierno de Dina Boluarte, sacó de sus cargos a 312 subprefectos distritales. Tal y como prometió el ahora premier Alberto Otárola, esta sería la tercera tanda de autoridades de las prefecturas y subprefecturas que son renunciadas y retiradas de sus cargos.
El exministro de Defensa, Mariano González, indicó que esos cargos ya deben desaparecer. “Los cargos de prefectos hoy ya no son necesarios; son nocivos para la gobernabilidad. Eran roles importantes cuando no existía la descentralización, pero hoy colisionan con algunas responsabilidades de las autoridades electas”, enfatizó.
Además, indicó que: “El rol que tienen hoy es de un aparto político al servicio del régimen, principalmente con Castillo estos puestos fueron ocupados por gente comprometida con actos reñidos contra la forma democrática y con personas que tienen relaciones con Movadef y organizaciones cercanas a Sendero Luminoso”.
El premier Otárola, en sus redes sociales, explicó el cese de funciones de los subprefectos y prefectos. “Los peruanos necesitan autoridades y funcionarios idóneos” y aseguró que sus reemplazantes serán “reconocidos y distinguidos por su comunidad, sin importar su color político”, escribió.