¿Estamos preparados para afrontar un terremoto?

Agosto del 2007, Pisco es azotado por un terremoto de 7,9 grados de magnitud. Fuente: Perú21

El sismo de 8,2 grados de magnitud registrado este jueves en el sur de México, ha generado la muerte de 58 personas en tres ciudades, según informó el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente. Esta reciente situación trae de vuelta una incógnita tras recordar las consecuencias graves que dejaron los anteriores desastres en el Perú. ¿Estamos preparados para un movimiento telúrico de tal magnitud?

Tuit de Luis Felipe Puente

 

La respuesta es negativa. “Aún no tenemos cultura de seguridad, seguimos cometiendo los mismos errores”, aseguró el jefe de la IV Brigada Lima Sur, César García, en una entrevista realizada por un medio local en el 2016. Debido que se continúa autoconstruyendo de manera informal viviendas en zonas peligrosas. Aquello, evita una rápida evacuación o genera la perdida de vida por no soportar el nivel de sacudimiento.

Sin embargo, el principal motivo de la falta de conciencia como lo calificó Cesar García, es por la reducida participación de la población en simulacros de distritos o asentamientos humanos. Donde se brinda conocimientos sobre cómo actuar durante un desastre natural.

En el mismo año, la empresa de investigación de mercado, Opino, realizó una encuesta a 300 personas. En los resultados, se demostró lo mencionado previamente, 6 de cada 10 personas solo asisten activamente a las prácticas de evacuación. Justificando por qué el 83% carece de una mochila de emergencia en casa y el 60% no tiene un botiquín, elementos que aportan a la supervivencia después del desastre.

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Las cifras de respuesta no varían. En febrero de este año, el 29% de sondeados aseguró estar algo preparado para responder ante un movimiento telúrico, mientras el 67% reconoce no estar listos. Según informó un estudio hecho por El Comercio- Ipsos.

No obstante, la realidad puede ser contraria. Solo falta mostrar interés; ya sea por aprender diversas modalidades para ponerlas en acción durante un terremoto (técnicas de respiración artificial o controlar una crisis nerviosa.) o la preparación de herramientas para un posterior desastre.

Como recalcó el coordinador del Grupo para el Manejo de Crisis y Desastres de la PUCP, Jorge Vargas Flórez: “Esto ya no debería sorprenderlos, sino que deben aprender a convivir con estos, porque estamos en un país altamente vulnerable ante diversos fenómenos naturales”

L.M.J