El capitán Bill Urban de la marina estadounidense, reconoció que al menos hay 11 soldados heridos por conmoción cerebral tras el ataque iraní a la base iraquí de Al Asad el pasado 8 enero.
Pese a que en primera instancia, el Pentágono había comunicado que no se habían reportado ni muertos ni heridos.
“Si bien ningún miembro del servicio estadounidense murió en el ataque iraní del 8 de enero a la base aérea de Al Asad, varios fueron atendidos por síntomas de conmoción cerebral producidos por la explosión y todavía están siendo evaluados”, agregó Urban quien además es portavoz del Comando Central de Estados Unidos.
Durante el ataque ocurrido a inicios del mes, más de 1500 soldados norteamericanos fueron evacuados a búnkers gracias a la advertencia de sus superiores de un posible ataque. Días después del atentado, el presidente Donald Trump aseguró mediante sus redes que “ningún estadounidense sufrió daños”.
De acuerdo a varios funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos, los síntomas ocurrieron días después del hecho y se dieron cuenta gracias a un “procedimiento estándar” que se lleva a cabo cuando hay personal cerca de una explosión.
J.P.P