Un experimento en Japón demostró como los cruceros han sido un foco propagador y oportuno para el nuevo coronavirus. En el Diamond Princess, al menos 712 de 3,711 pasajeros y tripulantes dieron positivo al virus originario de la ciudad de Wuhan, en China.
Esta práctica, fue llevada a cabo por la Escuela de Medicina de la Universidad de Santa Mariana de Tokio y la cadena japonesa NHK, demuestra lo fácil que se puede expandir un virus en un buffet, una característica de estos navíos turísticos.
El experimento consistió en invitar a cenar a diez personas durante 30 minutos, a un restaurante donde la comida estaba repartida en diferentes fuentes con el fin que cada uno se sirviera lo que quisiera. Se esparció una pequeña cantidad de pintura que solo podía verse a través de una luz fluorescente a uno de los comensales.
Luego se usó una luz ultravioleta para comprobar qué tanto se expandió la pintura. Esta llegó a las manos de todos los participantes e incluso al rostro de tres. Se esparció principalmente por los bordes del contenedor de la comida, las pinzas para servirse y el mango de la jarra.
“Una superficie con alto contacto es un peligro constante”, concluyó el profesor Hiroyuki Kunishima de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santa Mariana.
K.S.C.