Embajador de la Federación de Rusia en Perú, Igor V. Romanchenko. Foto: Renato Pajuelo / Andina

Por Manuel Alejandro Navarro

En una entrevista exclusiva, el embajador de la Federación de Rusia en Perú, Igor V. Romanchenko, responde directamente preguntas claves para entender la tensa situación que se vive entre Rusia, Ucrania, la OTAN, Estados Unidos y toda Europa. De acuerdo a muchos lideres políticos y medios de comunicación, se ha estado alarmando a la humanidad por una posible guerra en Europa. Sin embargo, de acuerdo a la opinión del entrevistado de hoy: “los medios occidentales están especulando sobre una inminente agresión rusa”.

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  • Usted ha indicado que Rusia es intermediario y no parte del conflicto en Ucrania, ¿podría contar que está sucediendo, según la posición oficial de Rusia?

Efectivamente, Rusia no es parte del conflicto interno ucraniano. Desde el principio, cuando en 2014 se produjo el golpe de Estado en Ucrania, Rusia siempre ha venido actuando en pos de una solución pacífica del conflicto que se estalló entre las partes ucranianas en Donbás debido a las acciones de las nuevas autoridades en Kiev contra su propia población. Es con este objetivo que fue presentada ya en septiembre de 2014 la iniciativa de paz del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y fueron creados el “Formato de Normandía” (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) y el Grupo de Contacto, cuyo trabajo, con la participación de los mediadores – Rusia y la OSCE, culminó con la firma de los Acuerdos de Minsk, apoyados por la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU. El núcleo de los Acuerdos de Minsk es el dialogo directo entre las partes del conflicto – Kiev, Donetsk y Lugansk. De hecho, Kiev hasta hoy no ha puesto en práctica ninguna disposición clave del acuerdo.

Cabe destacar que los Acuerdos de Minsk prohíben expresamente la permanencia de militares extranjeros en el territorio de Ucrania. Pero sí, allí están los militares estadounidenses, británicos y otros. Formalmente, no está prohibido suministrar armamentos, pero todo el mundo se da cuenta de que la continua militarización y el suministro de armas a Kiev por parte del Occidente genera en la cúpula dirigente, una tentación adicional de resolver los problemas en el este de Ucrania con el uso de la fuerza contra su población. Solo en los últimos meses, Washington ha suministrado a Ucrania 30 sistemas de misiles antitanque Javelin y proyectiles para ellos. Según el Pentágono, desde 2014 hasta finales de 2021, EE.UU. suministró ayuda militar a Ucrania por un monto de 2.500 millones de dólares. En 2022, se prevé gastar 300 millones de dólares del presupuesto militar de EEUU para estos fines.

  • ¿Por qué Rusia desplegó militares en su frontera con Ucrania, sí ha reiterado que no va a invadir dicho país?, ¿qué quiere demostrar con esto Rusia?

Mientras la OTAN sigue incrementando la presencia de sus ejércitos en los territorios adyacentes a Ucrania, los medios occidentales están especulando sobre una «inminente agresión rusa». Se difunden exigencias absurdas, como mandar a los cuarteles a los militares rusos que están en el territorio de su propio país.

Rusia nunca ha amenazado ni amenaza al pueblo ucraniano. Estamos convencidos de que el obvio objetivo de esta campaña mediática, es desviar la atención de lo que en verdad sucede en Ucrania y crear pretextos para provocaciones que puedan tener consecuencias graves para la seguridad global. No quisiera trazar paralelos con los conocidos acontecimientos que precedieron los conflictos en Irak y Libia.

Instamos a cesar estas especulaciones y volver al diálogo, incluyendo, ante todo, el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk.

  • ¿Qué es lo que realmente quiere Rusia en Ucrania?

La historia común de los pueblos ruso y ucraniano asciende a la Rus antigua. Nos unen fuertes lazos etnoculturales, lingüísticos, religiosos y familiares. Durante siglos, especialmente tras la reunificación que empezó a cristalizarse en 1654, tuvo lugar el proceso de compenetración y desarrollo conjunto, enfrentando como una sola nación los tiempos oscuros para alcanzar las grandes victorias, inclusive en nuestra lucha titánica contra el nazismo.

Ucrania heredó de la Unión Soviética grandes capacidades industriales: la infraestructura de transporte y energía, sectores avanzados de construcción naval, aérea, etc. Sin embargo, las nuevas autoridades en Kiev, en su fervor antirruso pretenden socavar la complementariedad económica, romper la hermandad y destruir el espacio multicultural único, discriminando a la población rusa y rusohablante. Y eso en el país donde, según los cálculos más modestos, una quinta parte de la población es rusa. Un hito en esta lucha contra su propia población fue la aprobación de la Ley “Pueblos indígenas de Ucrania” que no reconoce la misma existencia de la minoría rusa en el país.

Lo que vemos ahora en el país vecino es la atmosfera de miedo, creado artificialmente para dividirnos. Seguramente, los que están detrás de ello no son amigos ni de Rusia, ni de Ucrania.

  • Ucrania busca reintegrar Crimea a su país, ¿Por qué consideran que Crimea es territorio ruso y que probabilidad habría que se lo cedieran a Ucrania como esta exige?

Por la decisión solidaria de sus habitantes de reunificarse con Rusia, tomada en el referéndum que tuvo lugar el 16 de marzo de 2014. La democracia y el derecho a autodeterminación triunfaron aquí en el sentido superior de estas palabras. Cabe recordar que no fue de repente en 2014 que empezó la lucha del pueblo crimeo por sus derechos. Ya el 20 de enero de 1991 (la fecha cuando se celebra el Día de la República de Crimea), tuvo lugar un referéndum en que más de un 93% de la población de la península se pronunció por restablecer Crimea como una entidad autónoma de la URSS. Kiev en aquel entonces decidió interceptar la iniciativa, aprobando su propia ley sobre el restablecimiento de la República Autónoma Socialista Soviética de Crimea como parte de la República Socialista Soviética de Ucrania. La voluntad de los habitantes de Crimea se tergiversó, pero su lucha continuó. Las autoridades de Ucrania emprendieron los numerosos intentos de presionar, complicar la vida en Crimea por la decisión de su pueblo. Al bloquear en 2014 el canal de Crimea del Norte, Kiev privó a la península de la fuente principal del agua potable en aquel momento. El bloqueo de suministro de agua, un hecho que parecía incomprensible en Europa del siglo XXI. Asimismo, Kiev intentó llevar a cabo la “ucranización” forzada de la península (con más de 80% de la población que tiene el ruso como lengua materna), violando uno de los derechos fundamentales: el derecho al idioma.

Es por los nobles esfuerzos del pueblo crimeo en los últimos 20 años, que ahora, siendo parte de Rusia, tienen garantizados no solo el acceso a bienes esenciales, sino también la tan aspirada diversidad de las culturas, su desarrollo equitativo y enriquecimiento mutuo, así como el estatus oficial de las tres lenguas: ruso, ucraniano y de los tártaros de Crimea.

  • La embajada de Ucrania me envió este dato que fue publicado en el Diario Expreso: “Solo el año pasado, las fuerzas rusas lanzaron 2.457 ataques contra posiciones ucranianas, dejando 66 soldados ucranianos muertos y 273 heridos. 30 soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron asesinados por francotiradores, 14 resultaron heridos”, y su embajada me indicó que eso era falso, ¿eso es verdad o tiene pruebas que demuestren que nunca pasó?, ¿qué tiene que decir al respecto?

Recomendaría a los lectores del diario en estos casos siempre recurrir a los datos de los organismos pertinentes internacionales del sistema de la ONU – los únicos que tienen la potestad correspondiente. Repito también, es importante comprender que Rusia no es parte del conflicto interno ucraniano.

  • ¿Me podría decir que mentiras se han dicho sobre Rusia?

Hay mitos sobre cualquier país. Algunos creen que en Rusia siempre hace frío y se asombran al descubrir los numerosos balnearios del mar Negro. Creo que, para los peruanos muchos de esos mitos se desaparecieron para siempre durante el Mundial de Rusia, cuando la mejor hinchada del mundo tuvo la oportunidad de conocer in situ como vive su pueblo amigo ruso.

Sin embargo, existen también mitos de otra índole. Por ejemplo, refiriéndose al tema principal de la entrevista, que Rusia no debiera percibir como amenaza la ampliación de la OTAN. En realidad, la estrategia de la OTAN está abiertamente anunciada como disuasión de Rusia y China. En Europa están emplazadas más de 200 instalaciones militares de EE.UU. y la OTAN. Una parte considerable de estas instalaciones se encuentra en Europa Central y del Este, las zonas de los mares Báltico y Negro, acercándose cada vez más al territorio ruso. Los sistemas antimisiles están desplegados en Polonia y Rumania, siendo convertibles de manera rápida en armas ofensivas. En este contexto, la OTAN niega a Rusia el derecho a adoptar medidas para garantizar la seguridad nacional incluso en su propio país.

  • ¿Cómo piensa Rusia influenciar más en Latinoamérica?

Rusia no ve a Latinoamérica a través del prisma de “influencia” y menos aún de la confrontación geopolítica: no estamos interesados en ello ni nosotros, ni nuestros socios latinoamericanos. En vez de operar con tales conceptos como “zona de influencia”, ya sea “patio trasero” o “patio delantero”, ambos lados abogamos por fomentar relaciones mutuamente ventajosas, respetando de manera estricta la soberanía e intereses nacionales de cada Estado. Nuestra política en América Latina es abierta y no ideologizada. No tenemos agendas encubiertas. Latinoamérica para nosotros es uno de los principales centros de las relaciones internacionales.

*Parte de esta entrevista fue publicada en el Diario Expreso el domingo 23 de enero de 2022.