¿Enfermedades en la edad adulta por haber vivido una guerra en la infancia?

Una calle de París que fue parte del escenario de la Segunda Guerra Mundial. (Foto: U.S. Army).

La exposición durante la infancia a guerras o hambrunas aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiometabólicas y acelera su desarrollo según dos estudios internacionales, entre cuyos autores figuran investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España.

Según estas dos investigaciones, que miden los efectos críticos de guerras y hambrunas en el desarrollo de enfermedades persistentes en la edad adulta, la salud adulta está en parte determinada por las condiciones de las primeras etapas de la vida, incluso aquellas que se dieron antes del nacimiento y, además, los mecanismos más importantes a través de los cuales puede verse influenciada son epigenéticos (factores externos que pueden afectar a la expresión de los genes sin modificar el ADN).

Tal como explica Daniel Ramírez, investigador del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD) del CSIC, tradicionalmente, había evidencias de que la estancia en el útero era el periodo crítico de vulnerabilidad. Los dos nuevos estudios muestran que el periodo del útero es el más crítico; pero también que en la niñez existen vulnerabilidades del desarrollo que pueden conducir a alteraciones permanentes como consecuencia de una exposición extrema como una guerra o una hambruna

Los investigadores analizaron dos muestras de 19.181 y 123.789 individuos para estudiar la salud de los supervivientes europeos afectados por la Segunda Guerra Mundial y la hambruna holandesa de 1944 (Hongerwinter) y han demostrado que la exposición a eventos extremos (especialmente durante la gestación o la primera infancia) está asociada a un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, colesterol alto e hipertensión de forma persistente a lo largo de la vida.