Encuentran microplásticos en la nieve recién caída de la Antártida por primera vez

Determinaron además que las partículas pueden viajar hasta 6.000 km.

El estudio también reveló que las concentraciones de microplásticos en muestras recolectadas cerca de estaciones de investigación en la Antártida eran tres veces más altas que en otras regiones analizadas. (Foto:Grafissimo)

Un estudio publicado el martes en la revista científica The Cryosphere ha encontrado microplásticos en la nieve recién caída en la Antártida por primera vez. La investigación fue realizada por Alex Aves, estudiante de doctorado en la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda, bajo la supervisión de la Dra. Laura Revell.

Cabe señalar que anteriormente se encontró este tipo de plásticos diminutos, más pequeños que un grano de arroz, en el aire y en una variedad de lugares remotos, pero por primera vez se encuentran en las nevadas frescas de la Antártida.

El equipo de investigadores recolectó muestras de nieve caída en 19 sitios en la plataforma de hielo de Ross y descubrió que todos contenían partículas microplásticas, con un promedio de 29 partículas por litro.

En total, los científicos han identificado 13 tipos diferentes de plástico, el más común es el PET, que se utiliza para fabricar botellas de refrescos y ropa. Determinaron además que las partículas pueden viajar hasta 6.000 km.

El estudio también reveló que las concentraciones de microplásticos en muestras recolectadas cerca de estaciones de investigación en la Antártida eran tres veces más altas que en otras regiones analizadas.

“Es increíblemente triste, pero encontrar microplásticos en la nieve antártica fresca pone de relieve el alcance de la contaminación plástica incluso en las regiones más remotas del mundo”, dijo el autor del estudio, citado por The Guardian.

Cuando el plástico se degrada, deja partículas de menos de 5 milímetros de diámetro que pueden causar un daño ambiental significativo. Estos residuos afectan negativamente a la vida marina, son tóxicos para la vida vegetal y animal y contribuyen al cambio climático.

Su pequeño tamaño y baja densidad les permite viajar largas distancias por el aire, por lo que pueden llegar a ambientes tan lejanos como la Antártida, el Ártico, las profundidades oceánicas, el Monte Everest o los Alpes de Europa.