El terrorismo palestino que golpea a Israel

Luciano Mondino*

El operativo israelí en Jenin es uno de los operativos preventivos más necesario dado que Israel hace años que sufre atentados terroristas (con civiles y fuerzas de seguridad muertos y heridos) proveniente del mundillo árabe-palestino y que durante el pasado año perpetró distintos golpes en territorio de Israel.  

            Hay algunos datos que fundamentan la incursión: en 2022 el terrorismo palestino lanzó 7589 lanzamientos de proyectiles (que aumentan desde 2019); 1.268 incidentes con molotov; 285 disparos y un saldo de 31 israelíes muertos. También hay que considerar que los arrestos de palestinos en manos de las FDI fueron decreciendo durante el 2022 por hecho: las fuerzas israelíes actúan preventivamente para detener o eliminar objetivos terroristas dentro de los territorios bajo control palestino.

            La operación en Jenin ocupó al Shin Bet, la Unidad Especial de Policía, la Policía de Fronteras y las Fuerzas de Defensa de Israel para frustrar el terrorismo creciente dentro del Campamento de Refugiados de Jenin, cada vez más influenciados por Hamas y la Yihad Palestina. Todo se comenzó a gestar horas antes cuando informes de inteligencia israelíes advirtieron sobre movimientos dentro del campamento que alertaban sobre tres células de la Yihad Islámica que cometerían atentados en suelo israelí y que operaban dentro de Jenín.

            Esta alerta encendió las alarmas por la seguidilla de atentados y ataques que Israel viene sufriendo: en el 2020, 2021 y 2022 los misiles lanzados tanto por Hamas y la Yihad Islámica Palestina y también los ataques terroristas por goteo con civiles israelíes asesinados o atacados tal como se expuso anteriormente.

            Aclaremos además otra cosa: la Yihad Palestina cuenta con la influencia directa de Irán, la fuerza chiita de Medio Oriente. Esto, como vamos viendo con el paso del tiempo, empieza a ser un grave problema dentro del mundo musulmán, pero también en todo Medio Oriente.

            Las operaciones en Jenin se iniciaron para dar y detener a los 3 miembros de la Yihad que, como siempre, utilizaron a los civiles para esconderse y evitar ser alcanzados por las fuerzas israelíes. Al momento en que las fuerzas de Israel llegaron, comenzó la emboscada.

            Jenin no es territorio ocupado como se está diciendo porque corresponde al Área A que ha sido adjudicada a los palestinos (y es autonomía de ellos) según lo firmado por Arafat y Abbás en los Acuerdos de Oslo de 1993. Se le llama también erróneamente un campo de refugiados a Jenin que no es más que una ciudad donde muchos palestinos cruzan a Israel por trabajo. Si hay palestinos refugiados, entonces deberían pedir explicaciones de los dirigentes árabes que en 1948 crearon el problema de la nakba al exigir a la población que abandonara Israel y los condenaran a deambular entre los campos de Siria o el Líbano.

            Fue también una de las tantas operaciones preventivas que muchos otros estados de Medio Oriente utilizan. En el caso de Jenin, es un verdadero nido del terrorismo en un territorio que está muy próximo a Israel y entre los que hay ese tránsito de palestinos por trabajo.

            Los grupos propios de Jenin que son en su mayoría agrupaciones compuestas por jóvenes están, además, muy influenciados por Hamas y la Yihad Islámica por una simple razón: le irán a disputar, cuando Abbás muera, el poder a la Autoridad Nacional Palestina.

            Los palestinos no tienen un liderazgo único, sino que están divididos. Entre ellos no pueden sentarse en una misma mesa porque se sacan los ojos. Por lo que quienes lideran la Franja de Gaza (Hamas) están con los dientes afilados para hacerse con el control de Cisjordania. A esto hay que sumar otro de los grupos que opera dentro de Cisjordania, Lion’s Den, que ya había lanzado una amenaza a Israel luego de que las FDI descabezaran a las cúpulas terroristas en Nablus hace algunos meses atrás. El común denominador de todos: terroristas jóvenes.

            Que haya grupos terroristas árabes palestinos jóvenes (entre 25 y 35 años) solo indica una cosa: la consecuencia de haber educado para la guerra y no para la paz y allí radica una exclusiva culpa de las autoridades palestinas que es quien controla esos contenidos.    

            Otro tema es la nula capacidad o intención de la Autoridad Palestina de frenar esta espiral de violencia y radicalización que sucede en los territorios que ellos propios administran y que, repito, son autónomos. Si Israel tuvo que accionar es porque la Autoridad no lo hace.

            La Autoridad Nacional Palestina cuenta con fuerzas de seguridad que, por supuesto no se equiparan a las israelíes bajo ningún aspecto, pero que deberían procurar mantener al margen a estos grupos y su impacto en otras partes de los territorios bajo control palestino.

            Volviendo a la operación de hoy, las fuerzas de Israel ingresaron a Jenin y sufrieron una emboscada con un masivo tiroteo en busca de las células que se esconden en zonas civiles (así como Hamas coloca su base de misiles en escuelas u hospitales de Gaza). En el tiroteo que duró 3 horas, 2 de los 3 terroristas buscados y con posesión de armas de fuego fueron eliminados y el tercero arrestado. Dentro de la residencia que usaban como escondite, las FDI detonaron material explosivo que estaba en manos palestinas.

            En ningún momento del operativo las fuerzas israelíes dejaron de lado su clásico accionar de notificar el abandono de las residencias y verificar la no presencia de civiles antes de atacar (incluso cuando fuerzas israelíes quedaron atrapadas dentro de la emboscada).

            Es Israel quien debe mover primer sus fichas, de forma preventiva, porque la Autoridad Nacional Palestina no quiere, no puede o no sabe frenar el germen terrorista que ebulle en sus narices y en los territorios que ellos controlan desde 1993 cuando Mahmoud Abbas y Arafat, por el lado palestino, firmaron los Acuerdos de Oslo.

            Esos mismos acuerdos que los palestinos se cansaron de romper.

*Internacionalista