El sueño profundo y la salud cerebral: La conexión crucial que no debes ignorar

Reciente estudio neurológico revela que las apneas traen un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo

Las apneas de sueño dificultan el buen descanso (Foto: Smith/Pexels).

Según una investigación reciente publicada en la revista médica ‘Neurology’, las personas con apnea del sueño y menor tiempo de sueño profundo podrían tener biomarcadores cerebrales asociados con un mayor riesgo de ictus, enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo.

El estudio investigó los factores del sueño y los biomarcadores relacionados con la salud de la sustancia blanca del cerebro. Estos biomarcadores miden la preservación de la sustancia blanca, que es crucial para la conectividad entre diferentes áreas cerebrales. Uno de los biomarcadores, conocido como hiperintensidades de la sustancia blanca, se refiere a pequeñas lesiones visibles en las imágenes cerebrales. Estas lesiones son más comunes con el envejecimiento o la hipertensión arterial no controlada. El otro biomarcador evalúa la integridad de los axones, que son las fibras nerviosas que conectan las células nerviosas entre sí.

El autor del estudio, el doctor Diego Z. Carvalho, de la Clínica Mayo de Rochester (Estados Unidos) y miembro de la Academia Americana de Neurología afirma que “Estos biomarcadores son signos sensibles de enfermedad cerebrovascular precoz”, además  “Descubrir que la apnea del sueño grave y la reducción del sueño de ondas lentas están asociadas con estos biomarcadores es importante, ya que no existe tratamiento para estos cambios en el cerebro, por lo que necesitamos encontrar formas de evitar que ocurran o empeoren”.

En el estudio participaron 140 personas con apnea obstructiva del sueño, con una edad promedio de 73 años. Se les realizó un escáner cerebral y se les sometió a un estudio nocturno en un laboratorio del sueño. Al inicio del estudio, los participantes no presentaron problemas cognitivos y al final del mismo no desarrollaron demencia. El 34% de los participantes tenían apnea del sueño leve, el 32% moderada y el 34% grave. El estudio del sueño analizó la cantidad de tiempo que las personas pasaban en el sueño de ondas lentas, también conocido como fase 3 no REM o sueño profundo.

Asimismo, los investigadores observaron que por cada disminución de 10 puntos en el tiempo de sueño de ondas lentas, se producía un aumento en la cantidad de hiperintensidades de la sustancia blanca, que equivalía a un envejecimiento cerebral de aproximadamente 2,3 años. Además, esa misma disminución se asociaba con una menor integridad de los axones, lo que equivalía a un envejecimiento cerebral de alrededor de tres años. Las personas con apnea del sueño grave mostraron un mayor volumen de hiperintensidades de la sustancia blanca en comparación con las personas con apnea del sueño leve o moderada. Los investigadores tuvieron en cuenta factores como la edad, el sexo y enfermedades como hipertensión y colesterol alto, que podrían afectar el riesgo de alteraciones cerebrales.

Por último, el doctor Carvalho señala que “Se necesita más investigación para determinar si los problemas de sueño afectan a estos biomarcadores cerebrales o viceversa”, al mismo tiempo “También tenemos que analizar si las estrategias para mejorar la calidad del sueño o el tratamiento de la apnea del sueño pueden afectar a la trayectoria de estos biomarcadores”.