El término antioxidante abarca una amplia gama de moléculas que brindan protección a otras moléculas de un proceso químico nombrado oxidación. Este proceso puede dañar las moléculas vitales en nuestras células.
La diversidad de productos que contienen antioxidantes se comercializan como indispensables para tener una buena salud, prometiendo curar enfermedades y revirtiendo el envejecimiento.
Las fuentes de antioxidantes recomendadas por los especialistas no se encuentran precisamente en los superalimentos. A pesar de todo, el marketing ha invertido para promover su superioridad, pero no brindan un aporte mayor al de las frutas, verduras, granos, huevos y nueces.
Investigaciones afirman que los suplementos con las propiedades de los antioxidantes pueden causar más daño que beneficio a la salud. Las altas concentraciones asociadas al uso constante de los suplementos generan los siguientes problemas:
Protegen las células sanas, pero también las peligrosas, como las cancerígenas.
Reduce los beneficios del ejercicio para la salud.
Efectos secundarios como dolores de cabeza y náuseas.
J.A.G